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Acoso a Kadar en la conferencia comunista húngara

La Conferencia Nacional del Partido Socialista Obrero Húngaro (PSOH) respondió ayer con duras críticas al informe presentado por su secretario general, Janos Kadar, y puso al anciano dirigente en una situación que parece descartar su continuidad en el cargo. La primera jornada de la conferencia que se celebra en Budapest se convirtió en un auténtico golpe de mano contra el continuismo. Pocos dudaban ayer en la capital húngara que Janos Kadar cesará el próximo domingo como secretario general del partido, cargo que ocupa desde el año 1957.

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HERMANN TERTSCH ENVIADO ESPECIAL, El máximo dirigente húngaro, pionero en la reforma de los paises del socialismo real, se ha convertido en los últimos años en un dique contra nuevos cambios. Ayer, sus grietas se abrían según iban interviniendo los delegados, y el domingo puede desmoronarse. No obstante, ayer continuaban los innumerables y contradictorios rumores sobre los cambios personales.Fuentes del partido informatan ayer que el relevo de Kadar el próximo domingo está ya decidido y que será el primer ministro, Karoly Grosz, quien ocupe su cargo. En este caso, Grosz abandonaría la jefatura del Gobierno, ya que la separación de los dos cargos está decidida. También se sugería a Janos Berecz como nuevo secretario gerieral. Otras fuentes del PSOH dudaban ayer de que, en caso de obstinarse Kadar en seguir en el cargo hasta el congreso, los delegados tengan el valor de derribar el monumento viviente que es el -mciano dirigente para el comunismo húngaro. El domingo será elegido el nuevo Comité Central el secretariado del mismo, el buró político y el secretario general. Se anuncian numerosos e importantes relevos.

La jornada inaugural puso ayer en clara ventaja a los partidarios de los cambios radicales inmediatos. Los intentos de los sectores más reacios a cuestionar el papel dirigente del partido comunista en la sociedad, de postergar al próximo congreso dentro de dos años, quedaron frustrados por la presión de aquellos que urgían a poner fin de una vez por todas a la práctica de las reformas a medias.

Caras nuevas

Janos Kadar no hizo alusión alguna a su retirada tras más de 31 años a la cabeza del régimen húngaro. Muchos delegados no ,aplaudieron siquiera por cortesía -tras concluir el discurso y las intervenciones que siguieron a la de Kadar fueron duras críticas al estancamiento político del último año e impacientes llamadas a colocar caras nuevas en la dirección y a revisar el papel dirigente del partido en la sociedad, por considerarlo como la máxima causa del anquilosamiento de las estructuras sociales.

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Kadar inauguró la conferencia con un discurso de 50 minutos en el que criticó la gestión política de los últimos años. Reconoció el "fuerte malestar existente entre la población" y manifestó que "las instituciones políticas del sistema no están a la altura de la situación" y que "se ha de teriorado la confianza en el parti do y sus líderes". Más de 40.000 miembros abandonaron el partido desde principios de año. El anciano secretario general, de 76 años, manifestó que ha llegado el momento de pasar a la acción y que todo retraso en la aplicación de medidas empeoraría la situación.

No obstante, Kadar insistió en que si bien hay que definir la división de poderes entre partido, Gobierno e instituciones, "el papel dirigente del partido es irrenunciable". Acusó a "enemigos del socialismo" de infiltrarse en organizaciones ciudadanas y de ma.sas para minar el sistema. "Ha aumentado la inseguridad ideológica dentro y fuera del partido", señaló, para pedir a continuación a la conferencia que "rechace todas las propuestas que tienden a la instauración de una dernocracia burguesa y después la anarquía".

Kadar advirtió a la conferencia que, pese a haber cambiado inucho los tiempos desde 1956, cuando los tanques rusos entraron en Budapest, hay que continuar la lucha contra los elementos "sectarios y dogmáticos y los revísionistas". El líder húngaro alabó la nueva política de la Unión Soviética y negó que el socialismo se halle en crisis. Se trata de una renovación, "con los naturales dolores del parto, del que saldrá una vida sana de nuevo desarrollo".

En medios del partido se reaccionó con evidente mal estar al discurso de Kadar. "Es un anciano que ya no reconoce cuál es la situación, pese a las muy duras discusiones previas a la conferencia", manifestaba un miembro del partido comunista. "No obstante", añadía, "este discurso carece ya de mayor relevancia porque su relevo está decidido. De continuar en el cargo, su posición en la dirección sería insostenible, su influencia nula y perdería el prestigio que le queda".

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