Arrollado por los nuevos tiempos
¿Cómo no va a añorar la población el capitalismo si vemos que los trabajadores en países capitalistas, como Austria, viven mucho mejor que los obreros en el socialismo?". Esta frase, de Katalín Brejer, una tornera delegada a la Conferencia Nacional del PSOH, es sólo una muestra de la franqueza y la claridad con que ayer se habló en la sala de actos del Centro Cultural Obrero Ferenc Rosza, de Budapest.
Janos Kadar se quedó solo con sus llamamientos a mantener alta la guardia contra "los enemigos del sisterna". El gran artífice del primer proceso de reforma interna del socialismo, que ha hecho de Hungría el país económica y políticamente más liberal del Este, fue ayer arrollado por los nuevos tiempos.
Obreros, intelectuales y dirigentes del partido fueron implacables en la enumeración de errores, fallos, corrupción y otras deficiencias del sistema y de la gestión de los últimos años.
Muchos más aplausos que Janos Kadar cosechó el académico Desz Kereszturi, tras solicitar la reinstauración de un bachillerato como el existente antes de la guerra "que tan grandes hombres educó para Hungría".
El jefe del partido en la universidad técnica de Budapest, Gyorgy Barta, calificó de lamentable que los húngaros tuvieran que enterarse de las opiniones de Janos Kadar a través de una entrevista en una cadena de televisión norteamericana.
"Cuanto más tiempo sobrevivan estas estructuras, mayores sacrificios habrá que solicitar de la población para afrontar el futuro". Los llamamientos a cambios radicales e inmediatos se sucedieron a lo largo de toda la jornada.
La gran expectación creada, en parte artificialmente, por la dirección del partido ha creado una gran presión sobre los delegados a lograr resultados en la conferencia que sean tenidos en cuenta por la población.
Aquellos que aún se inclinan por una "solución transitoria hasta el próximo congreso" se hallan en una situación de gran debilidad.
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