España presenta 120 proyectos al programa europeo Esprit

Más de 80 empresas españolas de comunicaciones han presentado 120 proyectos de investigación en la primera convocatoria de la segunda fase de programa Esprit (1988-1992) Dentro de este programa, uno de los más importantes del Programa Marco de I+D de la Comunidad Europea, destaca el área CIM (fabricación integrada por ordenador) cuyos objetivos se exponen estos días en el marco del congreso CIM Europe 1988, inaugurado ayer en el Ministerio de Industria.

Este congreso acoge preferentemente a empresas que desean aplicar a sus sistemas de producción las nuevas tecnologías de diseño, fabricación e ingeniería asistida por ordenador, así como técnicas de robótica, control de procesos y producción y sistemas expertos.El pasado día 12 de abril se cerró la primera convocatoria de esta segunda fase del Esprit, a la que se han presentado 700 proyectos que serán evaluados por la Dirección General XIII de la Comisión Europea (CE). Según Antonio Feito, representante español en el comité administrativo del Esprit, el 5% de estos proyectos tienen como principal contratista a alguna empresa española. Para que un proyecto pueda acogerse a este programa es necesario que participen, al menos, dos compañías de dos Estados miembros diferentes.

Para esta segunda fase del Esprit se han presupuestado 448.000 millones de pesetas, de los cuales el 50% va a ser subvencionado por la CE. Entre la fase piloto y la primera fase del programa Esprit, que se desarrollaron entre 1983 y 1987, se gasta 103.200 millones de pesetas con

Esprit pretende desarrollar las tecnologías de la información y proporcionar a la industria europea una base informática que la haga competitiva con la japonesa y la norteamericana. Este programa fue creado en 1983 por iniciativa de la Comisión Europea y varias compañías europeas del sector informático.

Para el director general de Electrónica e Informática del Ministerio de Industria, José Luis Bozal, "el esfuerzo realizado por España en el marco de España es fructífero, aunque nos preocupa que la menor experiencia y dimensión de nuestras industrias en la CE nos coloque en desventaja, con participaciones simbólicas que agravarían nuestro desequilibrio tecnológico".

Según Antonio Feito, las empresas españolas pueden encontrar ¡in cuello de botella, "porque si en I+D estamos por debajo de la media europea, en el área de las tecnologías informática y electrónica, la situación es mucho más acusada".