Jesuitas andaluces pedirán a la orden que reconsidere las sanciones a dos teólogos
Una delegación de los jesuitas andaluces viajará a Roma en los próximos días para solicitar al general de la orden, Peter Hans Kolvenbach, que reconsidere las medidas sancionadoras contra los profesores de la facultad de Teología de Granada José María Castillo y Juan Antonio Estrada, ambos de talante progresista, Dentro de la Compañía de Jesús se ha iniciado una campaña de solidaridad con los teólogos destituidos.
La delegación -integrada por el provincial, Matías García, y el rector de la facultad, José Luis Sicre- tiene un dificil cometido. En medios eclesiásticos se considera poco probable que se dé marcha atrás en estas sanciones, que se consideran fruto de los informes enviados por algunos obispos a la curia vaticana. Algunas fuentes atribuyen también el cese de los teólogos a las denuncias realizadas ante la jerarquía por cristianos vinculados a movimientos conservadores de carácter espiritualista.Cuando la destitución de Castillo y Estrada se hizo pública, se habló de las presiones realizadas por algunos obispos andaluces sobre la facultad de Granada, que depende de los jesuitas. El centro teológico en el que imparten clase los sancionados es el único en Andalucía Oriental donde los seminaristas pueden realizar licenciaturas o doctorados. Al parecer, algunos prelados de la región llegaron a amenazar con retirar a los seminaristas de sus diócesis del mencionado centro, por considerar que las clases de algunos profesores se encontraban alejadas de lo que, a su juicio, es la doctrina de la Iglesia. En el caso de Castillo, en concreto, se le considera próximo a los planteamientos de la teología de la liberación.
Las protestas de algunos obispos provocaron que hace unos meses miembros de la Conferencia Episcopal se entrevistaran con el prepósito general de los jesuitas, el holandés Kolvenbach. La delegación española estuvo compuesta por el presidente del episcopado, Ángel Suquía; el entonces secretario de la conferencia, Fernando Sebastián, y el presidente de la comisión para la Doctrina de la Fe, Antonio Palenzuela. Aunque el contenido de la reunión no trascendió, se la relacionó con las medidas ahora tomadas y con las que se ha saldado el enfrentamiento entre una parte del episcopado andaluz y los jesuitas.
Movimiento de solidaridad
Cuando le fue notificada a Castillo la decisión de destituirlo y ofrecerle dos destinos -Roma y Jerusalén, no Paraguay, como se dijo en un primer momento-, en numerosos sectores de la Compañía de Jesús se inició un movimiento de solidaridad, que se trasladará al general en Roma.Diversos miembros de la orden se entrevistaron hace unos días con el provincial de la Compañía de Jesús en Andalucía para mostrarle su contrariedad por las medidas adoptadas. Por el momento, la campaña de apoyo a los sancionados se ha mantenido estrictamente en el interior de la orden. En este sentido, no ha extrañado que la asociación de teólogos Juan XXIII, de cuya directiva forma parte Castillo, no haya hecho pública por el momento nota alguna.
Hasta ahora, el pronunciamiento público más contundente ha sido el suscrito por el ex defensor del pueblo Joaquín Ruiz-Giménez; el presidente de la Sala de lo Militar del Supremo, José Jiménez Villarejo, y el presidente de YMCA España, Enrique Miret Magdalena. Esa nota calificaba de "escándalo" las medidas, que se han extendido al claretiano Benjamín Forcano, destituido como director de Misión Abierta.
La Conferencia Episcopal, por su parte, hará público en los próximos días un documento de la Comisión Episcopal para la Doctrina de la Fe en el que se aborda la situación de la fe en España y algunos aspectos que los obispos consideran preocupantes.
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