El Gobierno autoriza la incineración en el mar de 1.500 toneladas de tóxicos

Las mismas fuentes han señalado que están a la espera de una autorización de la Dirección General de Medio Ambiente (DGMA) para poder seguir almacenando residuos en Santander. Miembros de esta empresa han asegurado que tienen con tratadas 20.000 toneladas de residuos tóxicos procedentes de empresas químicas españolas para ser incineradas, pero la lentitud con que se están gestionando los permisos correspondientes les ha sumido en la confusión.

'Nuestro objetivo como empresa", ha señalado un portavoz de OCS, 'es que llegue el barco Vulcanus II a Santander cuanto antes, porque los residuos no deben estar almacenados en los tanques más de dos meses. En estos momentos el buque se encuentra en el mar del Norte incinerando residuos de Noruega".

Este permiso se ha fraguado tras arduas y largas conversaciones mantenidas entre representantes de varios ministerios, que, finalmente, se pusieron de acuerdo y propusieron a la Convención de Oslo una zona para incinerar los residuos españoles. La zona se halla situada en aguas internacionales, a unos 1.000 kilómetros de Galicia y no muy lejos de las costas irlandesas.

Convención de Oslo

La Convención de Oslo, que es la organización reguladora de estas actividades —junto a la London Dumping Commission—, rechazó esta propuesta, pero aceptó la pasada semana que España incinere sus residuos en el mar del Norte, pese a las protestas de algunos países miembros, como Dinamarca. Un funcionario de la DGMM ha asegurado que el asunto de los residuos tóxicos no es un problema de este organismo, pero que tratan de resolverlo. "Mientras no existan medios alternativos para deshacerse de este tipo de residuos en tierra se utilizará la incineración marina. En 1994 la producción de tóxicos será muy superior a la capacidad de los hornos que haya en tierra, por lo que va a continuar el problema. En estos momentos, antes que verter los residuos en tierra estamos por la incineración; y en esa medida pensamos colaborar, aunque no siento ningún placer al hacer esto". Fuentes de la DGMA han asegurado que el permiso concedido a OCS es sólo para incinerar las 1.500 toneladas de organoclorados almacenadas en el puerto de Santander, aunque es muy probable que se le den permisos sucesivos para incinerar nuevas partidas de residuos hasta 1994. Hasta esta fecha tope propuesta por los países ribereños del mar del Norte para que finalicen las operaciones de incineración oceánica. Además, estos países han optado por reducir las cantidades de incineración en un 65% antes de 1991.

Los responsables de la DGMA han insistido en que esta práctica es una solución provisional hasta que se construyan los hornos de incineración en tierra previstos en el Plan Nacional de Residuos Tóxicos, actualmente en elaboración. En cambio no comparten la idea de reducir las partidas de residuos incinerables antes de 1995, 'porque partimos de una situación diferente al resto de los países".

El Gobierno de Bélgica ha concedido permisos a varios países para que este año, con la aquiescencia de la Convención de Oslo y la London Dumping Commission, incineren alrededor de 167.000 toneladas de residuos tóxicos en el mar del Norte.