Negociadores españoles del convenio creen que su trabajo concluirá la próxima semana

Los aspectos técnicos más conflictivos del acuerdo de defensa entre España y Estados Unidos quedarán probablemente resueltos la semana próxima, tras 10 días de complejas negociaciones en Washington entre expertos de ambos países, informaron ayer fuentes de la delegación española. El equipo negociador español, presidido por el teniente general Francisco Veguillas, director general de Política de Defensa del Ministerio de Defensa, confía en regresar a Madrid con la negociación concluida.

Ya sólo quedaría pendiente, con la resolución en Madrid por una segunda comisión de expertos de los temas referentes a las instalaciones de apoyo de los norteamericanos en España y los derechos de utilización de las bases en las que continúa EE UU, la redacción final y la firma del nuevo acuerdo que, por primera vez en 35 años, obliga a Washington a abandonar una base en Europa. Los negociadores españoles enviaron al ministro de Defensa, Narcís Serra, el pasado fin de semana, unos 30 folios con las primeras conclusiones del trabajo realizado en Washington.La firma del nuevo acuerdo tendría lugar en junio, quizás aprovechando alguna de las múltiples visitas del secretario de Estado, George Shultz a Europa.

En este último tramo de la negociación, España está intentando, y confía en lograrlo, un mayor control de las fuerzas norteamericanas que permanecerán en España, explicaron en Washington fuentes negociadoras españolas. Ayer llegó a la capital federal el director general de Personal del Ministerio de Defensa, José Enrique Serrano, quien se incorporará hoy a las negociaciones para tratar de desbloquear la cuestión más conflictiva: la suerte de los 1.200 trabajadores españoles ocupados ahora en la base de Torrejón.

Sus niveles salariales actuales son muy superiores a los que podría ofrecer España, que mantendrá abierta la base para su fuerza aérea. Algunos podrían ser reabsorbidos en Torrejón, ya base totalmente española, pero para otros, al desaparecer las labores de mantenimiento que realizaban en los F-16 estadounidenses, la salida de estos aparatos y el cierre de la terminal de carga de EEUU en Torrejón, puede significar el paro. Los negociadores españoles tratan de que EE UU indemnice económicamente a estos trabajadores, tanto si continúan trabajando para la Administración española -ya que lo harían con salarios más bajos- como si se. quedan sin empleo.

Los españoles, que discuten desde el pasado jueves con sus colegas norteamericanos en largas sesiones en el Departamento de Estado, aseguran que existe un espíritu de comprensión y voluntad negociadora en la parte estadounidense que hará posible un acuerdo sobre los aspectos laborales, fiscales y de equiparación de fuerzas de los dos países.

Trato equiparable

El Gobierno español está buscando una equiparación de tratamiento y condiciones, ya que una igualdad sería imposible, entre los militares norteamericanos en España y los españoles que viajen a este país para entrenamiento o estudios.La parte española reconoce que las circunstancoias son completamente distintas ya que España no tendrá aquí nunca militares permanentemente pero quiere el reconocimiento de la mayor igualdad posible, aunque no sea ejercida en la práctica.

Los temas fiscales, adaptación del nuevo convenio a la realidad de una España integrada en la Comunidad Europea, la cuestión de la aplicación del IVA a los norteamericanos, es otro de los puntos que se discuten estos días en Washington.

La parte estadounidense quiere conocer las intenciones de los españoles en cada retoque de los acuerdos, y estos desean dejar muy claros los nuevos textos aunque se tarde un poco más, evitando futuros conflictos de interpretación, ya que se trata de un convenio para los próximos ocho años, si bien los tres primeros constituirán el plazo del que disponen las Fuerzas Aéreas de EE UU (USAF) para que abandonen Torrejón los 72 F-16 que integran el Ala 401.