El Papa afirma que confía en las intenciones reformadoras de los dirigentes soviéticos

, El papa Juan Pablo II afirmó anoche que confía en las intenciones de los actuales dirigentes de la Unión Soviética y reconoció que, "aunque las reformas son más declaradas que realizadas, algo se está haciendo". Las declaraciones, en las que también pidió más democracia para Polonia, las hizo mientras volaba a Uruguay, adonde llegó anoche en el noveno viaje de su pontificado a América Latina.

El papa polaco, ante las preguntas de los periodistas, opinó que la dificultad en la aplicación de las reformas soviéticas no radica tanto en las buenas intenciones personales de Gorbachov -de quien dijo no tener "ningún motivo para desconfiar"-, sino en el hecho de que "no es fácil realizar la democratización de un sistema que, por definición, es dictatorial y totalitario".Acosado por los periodistas norteamericanos sobre el problema de la droga, Juan Pablo II les recordó que el Congreso de EE UU está a punto de aplicar sanciones económicas a tres de los países que va a visitar -Bolivia, Perú y Paraguay- por considerar que sus gobiernos no luchan lo suficiente contra la producción de la droga. El Papa agregó: "Hay que pensar en todos los responsables, que no están sólo en esos países. No hay que pensar siempre en los que son más pobres, sino en los países consumidores, como los EE UU, en los traficantes y en los que explotan la droga. Todos sabemos que muchos países de América Latina, en Colombia por ejemplo, el tráfico de la droga está relacionada con el terrorismo".

En su primer discurso tras su llegada al aeropuerto de Carrasco, en Montevideo, el Papa explicó la finalidad de sus repetidos viajes al continente latinoamericano, adonde llegó ayer por novena vez en los 10 años aún no cumplidos de su pontificado. "Estamos a las puertas del quinto centenario de la llegada del Evangelio a este continente", dijo, "y en la conclusión del segundo milenio de la venida del Hijo de Dios al mundo para salvar a todos los hombres. Estos acontecimientos son un tiempo oportuno en que todos deben sentirse invitados a asumir la responsabilidad de la historia de la luz de Cristo".

En el aeropuerto fue recibido por el presidente uruguayo, Julio María Sanguinetti, y su esposa. Dos niños le ofrecieron flores blancas y amarillas, los colores vaticanos. En uno de los países más laicos de América Latina, que visita por segunda vez en poco más de un año, el Papa repartió elogios aunque no besó el suelo a su llegada.