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LAS NUEVAS COMUNIDADES

Batalla política para incrementar la autonómica del gasto

Enric Company

, El Gobierno de la Generalitat maneja presupuestos cuya elevada cuantía le permite estar presente en todos los órdenes de la vida del país. Sin embargo, muchos de estos fondos están destinados directamente a la financiación de servicios traspasados, lo cual reduce el margen de maniobra política. En 1987, el 77.5% de los ingresos estaba condicionado a una finalidad expresa. El Gobierno catalán libra una de sus más importantes batallas para reducir este nivel de dependencia financiera e incrementar, precisamente, lo que denomina la autonomía del gasto.

Para disponer de fondos de destino libre los Gobiernos de CiU han recurrido a la deuda pública, a la imposición de gravámenes sobre los juegos de azar y a la creación de juegos de lotería, evitando, sin embargo, aparecer como una Administración que cobra impuestos.

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Esta pugna dio lugar a un acuerdo, en noviembre de 1986, que supuso un incremento de 48.000 millones en los fondos recibidos por la Generalitat. A 31 de diciembre de 1986 la deuda pública viva contraida por la Generalitat ascendía a 150.698 millones de pesetas. A ellos se añaden los 95.500 millones de déficit acumulado hasta 31 de diciembre de 1985 según la Sindicatura de Cuentas, organismo equivalente en Cataluña al Tribunal de Cuentas del Reino.

Ingresos

Los presupuestos de la Generalitat para 1988 prevén ingresos por 6.500 millones en concepto de gravamen sobre la tasa del bingo y 950 millones por una tasa impuesta a las máquinas tragaperras. De acuerdo con esta orientación, el Gobierno catalán creó en 1987 una lotería instantánea, la loto Rápid, y posteriormente la 6/49, una variante de la lotería primitiva. Está prevista la obtención de 6.000 millones en 1988 por este procedimiento, que provocó la polémica política de mayor envergadura de toda la legislatura a causa de la concesión de la administración de estas loterías a una empresa privada.

En la exposición organizada el mes pasado por el Gobierno catalán bajo el título Construïm Catalunya para mostrar sus realizaciones se exhibían obras e inversiones por un total de 320.000 millones de pesetas, llevadas a cabo entre 1982 y 1988.

La oposición ha criticado esta exposición porque, según ella, el Gobierno de CiU se atribuye obras que han sido realizadas en colaboración con las otras administraciones. Pero este volumen de inversión en seis años da una imagen de la elevada cuantía de los fondos que maneja la Generalitat, sola o junto a las demás administraciones.

En 1988, los presupuestos de la Generalitat, incluyendo los de la Seguridad Social, ascienden a 710.234,1 millones de pesetas. De ellos, 254.922 millones corresponden al presupuesto de la Seguridad Social y 106.341 millones se destinan a los ayuntamientos. Quedan 321.205 millones para la Generalitat, de los que 66.291,2 millones se destinan a inversiones.

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