Pretoria emprende una retirada táctica
, Las tropas surafricanas llevan a cabo una retirada táctica del sur de Angola, tras participar en las más duras batallas con tanques y artillería desde la II Guerra Mundial. La retirada podría durar un año o incluso más para los 3.000 soldados, hasta su llegada a la frontera de Namibia. Y entonces seguirían las dudas. Suráfrica ha asegurado varias veces que todas sus tropas habían abandonado el sur de Angola, pero no lo habían hecho en realidad. Quizá esta vez sea diferente.
Por primera vez en los 13 años en que el sur de Angola ha sido campo de batalla para media docena de fuerzas militares diferentes, los cuatro mayores contendientes del conflicto -Angola, Suráfrica, Cuba y Estados Unidos- han acordado sentarse a una mesa de negociaciones, en Londres, para tratar de terminar la lucha.
En esta primera etapa, la reunión se desarrolla entre diplomáticos de segundo nivel, quienes tendrán que ver si hay algo más para discutir a otro nivel más alto. Ninguna de las partes ha insistido en que los dos movimientos guerrilleros envueltos en los conflictos del África Austral -la Unión Nacional para la Independencia Total de Angola (UNITA),y la Organización Popular del Africa del Suroeste (SWAPO)- tomen parte en las negociaciones de la capital británica.En el pasado, Suráfrica pretendió que la UNITA tuviera algo que decir en cualquier conversación con Angola. Funcionarios surafricanos han discutido con el líder de la UNITA, Jonás Savimbi, sobre la reunión cuatripartita de Londres, pero sin llegar a más. El grupo rebelde de Namibia, SWAPO, tampoco tiene representación directa en estas negociaciones.
Los combates durante el pasado año en el sur de Angola sumieron a Suráfrica en la guerra con mayor intensidad que en toda la década pasada. En 1987, los surafricanos perdieron 31 soldados -al menos 57, según cálculos no oficiales-, un cazabombardero, un avión de transporte y tres tanques.
El Ejército angoleño (FAPLA), dirigido por cubanos y estrategas soviéticos, perdió el pasado año, según datos del Ministerio de Defensa surafricano, 4.768 hombres, 14 aviones de combate, 8 helicópteros y 94 tanques, lo que equivale al 25% de sus blindados.
Unos 40.000 cubanos se encuentran destacados en Angola para apoyar al Ejército. El coste de esta ayuda se pagaba con los beneficios obtenidos de la explotación de los pozos petrolíferos de Cabinda, que han ido reduciendo su producción, lo que constituye uno de los fáctores más importantes de la erosión de la situación económica angoleña.Las fuerzas surafricanas, que siempre han apoyado a la UNITA, entraron directamente en la guerra al comienzo del pasado año, cuando las tropas angoleñas estaban a punto de derrotar al grupo guerrillero. Abrieron- así el camino hacia la frontera de Namibia y hacia la misma Suráfrica.
Cuando los efectivos militares de Pretoria comenzaron a retirarse hace dos semanas, el general Jannie Geldenhuys dijo que las tropas angoleñas habían sido detenidas en su avance, que se les impidió que comenzaran otra ofensiva este año y que la UNITA estaba firme y segura en el sur de Angola.
El movimiento rebelde prooccidental controla un tercio del país, en el Sur. El general Geldenhuys afirmó recientemente que en los dos últimos meses se había bloqueado firmemente a la SWAPO, y que no podría hacer nuevas incursiones sobre el territorio.
Informes procedentes de Moscú han indicado su preferencia por una solución política en la antigua colonia portuguesa. Los halcones jefes de las fuerzas armadas surafricanas no están sometidos ahora a presiones políticas internas para retirarse de Angola, e insisten en que los cubanos deben irse antes de hacer concesión alguna relacionada con la salida de tropas surafricanas y la eventual concesión de la independencia a Namibia, una situación que podría significar importantes quebraderos políticos. Mientras se retiran, las tropas surafricanas están asegurándose de que no se cederán posiciones estratégicas ganadas en los meses pasados.
Si la situación cambiara, lo probable es que las tropas alteraran el proceso y regresaran al sur de Angola. Suráfrica no tiene interés en convertir Angola en su Vietnam, pero ha advertido y demostrado con sus actiones que no está dispuesto a permitir que las guerrillas antisurafricanas instalen bases en los Estados vecinos.
El Gobierno de Pretoria acude a las negociaciones de Londres desde una posición de confianza, no perturbado por los informes de Washington según los cuales otros 10.000 soldados han llegado en los últimos meses para reforzar al Ejército regular angoleño.
Portavoces oficiales describieron esos informes como "tácticas preconferencia". Un alto funcionario del Ministerio de Asuntos Exteriores declaró a EL PAÍS: "Estamos muy contentos de contribuir al éxito de esta conferencia [de Londres] antes que haya un nuevo Gobierno en Estados Unidos".
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