El fiscal pide 34 años para Ramón Mateu, gerente de transportes de Mateu & Mateu

, El fiscal de la Audiencia Nacional solicita penas que suman 34 años y seis meses de prisión para Ramón Maten Casadevall, director gerente y máximo responsable de la empresa Maten & Mateu, el mayor imperio del transporte español, que está acusado de 14 delitos de estafa, apropiación indebida, falsedad de documentos y libramientos de cheques sin fondos. El juicio contra él y otros cinco acusados se inicia hoy.

Para los restantes procesados, miembros del consejo de Administración o directivos de la empresa, Dolores Mateu, Gonzalo Gracia, Luis Marca y Jorge Llovet, el fiscal pide cuatro años de prisión, excepto para el apoderado, Angel Fernández Sobrino, para el que solicita un año y cuatro meses de cárcel.El fiscal en su escrito de conclusiones provisionales señala que Ramón Mateu utilizó varios procedimientos en los momentos de la crisis, en 1979, para obtener dinero. Por una parte, transportaba mercancías de todo tipo por cuenta de sociedades o particulares y generalmente recibía del destinatario el importe de las mismas para reembolsarlo al remitente, una vez deducidos los gastos de los portes. Sin embargo Mateu se quedaba con la totalidad del dinero. Así se apropió de 25 millones que pertenecían entre otros a España Alfametalcral Corp. y Bradhermetic.

Contenedores ficticios

Mateu se quedaba con el dinero que le entregaban sus clientes para pagar aranceles de aduana. Concretamente se apoderó de casi 10 millones propiedad de Sanglas y Centros S.K. Otro procedimiento por el que obtuvo 54 millones de pesetas de Technoleasing y Unifibam fue el de simular la construcción de unos contenedores por una empresa ficticia, que eran comprados por las compañías estafadas y que automáticamente los alquilaban a Mateu. Al quebrar éste las empresas reclamaron su derecho de acreedor preferente, pero los contenedores no existían.

Mateu debía 27 millones a Petrolífera Schell, pero cuando se aproximó el plazo de vencimiento, Mateu, Llovet y Marca crearon obligaciones aparentes a un vencimiento anterior, por lo que Schell no pudo embargar los bienes de Mateu, debido a las obligaciones ficticias.

Mateu & Mateu fue constituída en 1960 a partir de un pequeño negocio familiar, llegó a consolidarse como la mayor empresa de transportes de España. En el momento de la quiebra, en 1979, tenía en nómina a más de 2.000 trabajadores y los acreedores les reclaman 3.200 millones. Los dos hermanos, Mariano y Ramón Mateu se acusaron mutuamente de mala gestión y huyeron al extranjero. Mariano falleció de cáncer, pero Ramón, que residía en La Grande Motte (Francia) fue secuestrado el 20 de septiembre de 1983 y repatriado a la fuerza por dos detectives y dos policías municipales, al parecer por encargo de la otra rama de la familia.