Helicóptero e insomnio
Espero que cuando esta carta sea publicada (si es que se publica), la pesadilla haya desaparecido. Hace ya dos semanas más o menos que estamos sufriendo cada noche con el nuevo juguete que se han comprado nuestros vigilantes del sueño, un helicóptero policial que sobrevuela determinados sectores de la ciudad de Barcelona. Es insoportable cada noche oír que pasan sobre nuestras cabezas y a veces hasta se recrean parándose durante un rato y alumbrando con potentes haces de luz los patios del Ensanche. Sinceramente, esta medida, o lo que sea, no nos tranquiliza para nada; todo lo contrario, lo único que logran es crearnos una sensación de miedo, de inseguridad, trastornarnos el sueño y no dejarnos dormir.Los niños se despiertan sobresaltados y asustados y al final, para nada, porque estoy segura de que si están robando en mi casa, desde un helicóptero no verán nada y por mucho que grite no me oirán.
Muchas películas han visto estos señores.-
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