Una coalición de cinco partidos pone fin a la crisis política belga
Un acuerdo de Gobierno formado por los dos partidos democristianos (francófono y flamenco), sus dos homólogos socialistas y la formación nacionalista flamenca Volksunie, puso ayer fin a la crisis política belga iniciada hace 200 días con el anuncio de elecciones anticipadas. El acuerdo incluye que el líder democristiano y anterior primer ministro, Wilfried Martens, se sucederá a sí mismo al frente del ejecutivo. La estabilidad política del país continúa amenazada por las divisiones internas en las filas socialistas a causa del problema lingüístico.El democristiano Jean-Luc Dehaene, el hombre encargado por el rey Balduino de formar gobierno, tras dos fracasos anteriores de líderes socialistas, anunció a primera hora de la tarde de ayer la firma del acuerdo que saca a Bélgica de una de las crisis más largas de la posguerra. El texto deberá ser ratificado el jueves por las direcciones de los partidos que integran el pacto.
La novedad del nuevo Gobierno de democristianos, socialistas y nacionalistas flamencos, es el relevo que se produce en el poder entre liberales y socialistas. Estos últimos reivindicaron su entrada en el Gobierno al ser quienes más votos habían logrado en las elecciones del pasado 13 de diciembre. Salvo esta novedad, nada parece haber cambiado en la larga sucesión de equilibrios inestables que caracteriza la política belga. El incombustible Wilfried Martens encabezará el octavo gobierno consecutivo tras ocho años de ejercicio ininterrimpido del poder. Aunque los socialistas se han apresurado a declarar que el cambio ha comenzado, el propio Dehaene afirmó ayer que "cada uno utiliza el embalaje que más le conviene". El acuerdo introduce reformas parciales, que no parece vayan a resolver el grave enfrentamiento lingüístico que divide el país.
José Happart, alcalde de Los Fourons, una pequeña comunidad francófona enclavada en territorio flamenco, ya ha declarado la guerra el nuevo ejecutivo y sembrado la discordia dentro de las filas socialistas. Acusa al líder de su partido Guy Spitals de haber vendido con su entrada en el Gobierno los intereses de los ciudadanos de su municipio. Happart, que incumple la obligación constitucional de utilizar la lengua flamenca en el ejercicio de su cargo, encabeza una campaña para reintegrar Los Fourons a la provincia valona de Lieja. Hasta ahora, este dirigente municipal ha sido el causante de la caída de los tres últimos gobiernos presididos por Martens.
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