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Reportaje:

El país de las apariencias

Los misterios del "socialismo a la laosiana"

Andrés Ortega

La gente no grita. No hay agresividad. No hay lucha contra nada, Así son Laos y sus habitantes "cuya indiferencia puede ser su forma de resistencia", señala un experto occidental. Pero en Laos tampoco parece haber una oposición organizada. Y, en realidad, sigue habiendo familias muy ricas, las mismas que dominaban la vida cuando Laos era una monarquía, y que aún son propietarias de grandes extensiones de tierra y cohabitan con los campos de reeducación.Cuando EE UU bombardeaba secretamente Laos -lanzó dos millones de toneladas de bombas, más de lo que utilizó en toda la II Guerra Mundial para intentar cortar lo que se vino a llamar la senda de Ho Chi Minh (Saigón), utilizó también Vientiane, la capital de Laos para el reposo de sus guerreros. Allí construyó un burdel, hoy transformado en residencia para estudiantes de enfermería.

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La prostitución ya no es patente en Vientiane. La corrupción parece menor, aunque no ha desaparecido totalmente. Por ejemplo, los occidentales pagan la mitad del alquiler de sus casas bajo cuerda a sus propietarios.

Y si los altavoces, regalo vietnamita de 1985, repercuten por doquier noticias oficiales, desde -la madrugada, el que se encuentra frente al domicilio del ministro del Interior está casualmente averiado, asegura un funcionario de una organización internacional.

El partido, como era de esperar, controla la vida política. El liderazgo se reúne y vive en el llamado Kilómetro 6, una zona urbanizada por los norteamericanos para sus oficiales que los revolucionarios transformaron en su cuartel general. Nadie penetra allí sin permiso. Y allí un reducido grupo de personas decide sobre casi todo por todos los demás.

Es el país de las apariencias, donde, tras la revolución, el príncipe sigue siendo príncipe, y su hijo también; donde el hermano de un vice-ministro es un gran propietario de casas en Vientiane, además de poseer un restaurante, y donde los miembros de la famila real gozar de un respeto semioficial.

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¿Dónde está el rey? "No lo sé", responde un alto cargo del Gobierno. El rey, Savang Vatthana, se vio forzado a abdicar en 1975, explica, y se convirtió en asesor del presidente Sufanuvong. que es un príncipe de la familia real. "Tras un intento de rebelión fomentado por los tai (los tailandeses)", añade, "se lo llevó a un campo de reeducación en el Norte. No se sabe si el rey ha muerto".

Según el diario británico The Independent, el rey y su hijo murieron en uno de estos campos de reeducación en mayo de 1978. La reina murió tres años después.

Pero aquí nadie quiere hablar a las claras. Sólo hay indicios y apariencias. Sigue sin haber, desde hace 13 años, una constitución. Los campos de reeducacíón, a pesar de una oleada de liberaciones en 1986-87, siguen siendo una realidad. Aún hay personas internadas, lo que hace dudar de las verdaderas intenciones de los actuales dirigentes.

En la presa de Ngum se formaron varias islas. Dos de ellas fueron y son centros de de reeducación, uno para mujeres (incluidas algunas exprostitutas) y otro para hombres, según algunos laosianos que prefieren llamarlos campos de "reinserción por pequeños delitos". Algunas de las esposas que se han visto así separadas de sus maridos temen por su futuro, pues en el destierro los hombres están autorizados a tomar una nueva mujer. Y los que vuelven de los campos encuentran la vida difícil y a menudo acaban marchándose de Laos.

Unas 4.000 personas al año síguen abandonando el país, según funcionarios internacionales. Otros, pocos, vuelven.

No obstante, no hay una verdadera oposición organizada. El actual número uno, el secretario general del partido y primer nnnistrio, Kaysone Fomvihane, ",es el que manda", asegura un embajador occidental, "y con 64 años no se plantea su sucesión". Tampoco, según esta versión, existe lucha de influencias ni es posible diferenciar entre una facción prosoviética y otra provietnarnita.

Los "príncipes del cielo"

La oposición se centra en algunos grupos armados dispersos, que algunos llaman príncipes del cielo y entre los que se cuentan seguidores del general Van Pao, en el exilio. Existe sobre todo una oposición Y una resistencia étnica al centralismo lao. Hay 68 diferentes etnias en Laos, siendo la lao la más númerosa sin llegar porello a la mayoría absoluta.

Éste es un país que se adapta y cuya flexibilidad fe ha permitido sobrevivir en la historia frerite a Doderosos vecinos, entre los que se cuentan China, Vietnam, Camboya, Birmarjay Tailandia. "Éste es un país neutralista, hizo como sí fuera capitalista, y ahora hace como si lacra socialista., y todo para sobrevivír", señala un diplomático occidental.

Quedan restos de la, colonización francesa. La lengua para tratar con los munistenos es el francés. Y la rnanera de hacer el pan es absolultamente francesa.

En el Instituto Universitario de Pedagogía de Vientiane, un cubane, da una clase de castellano. Una frase en la pizarra: "La huelga de hambre". "La huelga de harnbre", explica a sus aluninos, "se lleva a cabo para protestar", En la clase de al lado, unos soviéticos ensefian francés con un cartel en el que se indica: "Au restaurant".

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