¿Benevolencia y chovinismo en la Maestranza?
GONZALO ARGOTE Las plazas de Sevilla y Madrid se han disputado, desde tiempo inmemorial, el mandarinato de la fiesta. Quedamos emplazados recientemente (véase EL PAÍS de 20 de abril) en reflexionar sobre dos actitudes que suelen predicarse del público sevillano: la benevolencia y el chovinismo. Nuestro diccionario define la benevolencia como "simpatía y buena voluntad hacia las personas". La benevolencia puede constituir un motivo para que aquellos que se benefician abusen de la misma, ora aminorando su esfuerzo y entrega, en el caso de los toreros, ora siendo poco, ex¡gentes en cuanto al trapío y selección de los toros, en el caso de los ganaderos.
El riesgo que se corre con un público muy benévolo es el de que se baje el listón respecto a los toros y descienda el nivel de esfuerzo de los lidiadores.
Pienso que el público de Sevilla no es más benévolo que el de Madrid, lo que sí puede ocurrir es que, por su idiosincrasia, exprese su juicio de forma menos patente o estentórea. Valioso, a este respecto, resulta el testimonio del maestro Marcial Lalanda, recogido en ese estupendo libro que ha escrito al alimón con otro maestro, pero de las letras, Andrés Amorás: "En general, los aficionados madrileños han sido siempre muy dados a la airada discrepancia". Por contra, "la afición de Sevilla tiene menos nervio y temperamento. Son muy entendidos, pero partidistas con sus toreros. Se comportan con tolerancia y corrección". Podríamos trasladar los juicios transcritos a otras manifestaciones públicas: la política, principalmente.
En cuanto al chovinismo, entendido genéricamente como exaltación desmesurada y poco objetiva de lo autóctono, creo que en los toros es una constante histórica aplicable a toda España. Es verdad que en Sevilla ha tenido una singular manifestación el caso insólito de Curro Romero. Pero también es verdad que ha sido un torero singular e insólito. Fuera de ese caso excepcional, no creo que, verbigracia, Pepe Luis Vázquez o Manolo González hayan sido más mimaados en Sevilla que Marcial o Antoñete en Madrid.
Babelia
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.