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FIESTAS DE SAN ISIDRO

Entre la calidad y el exceso

El próximo 10 de mayo, los madrileños aficionados a la música se encontrarán ante una dificil elección. El mismo día actuarán, en distintos escenarios, Ronaldos, Joe Cocker, Camarón y el grupo de jazz OTB, completando la jornada de mayor saturación de unas fiestas de San Isidro que en la edición de este año, del 6 al 15 de mayo, ha mimado la programación, aunque mantiene estos excesos que complican una selección entre distintas músicas que no tienen por qué convertirse en excluyentes. El Ayuntamiento de Madrid ha decidido asumir una mayor capacidad de riesgo, incorporando nuevos estilos con la inclusión de artistas de la talla artística del irlandés Van Morrison o los africanos Salif Keita y Toure Kunda, al tiempo que ha elaborado una magnífica selección de pop español y ha cubierto el expediente en el jazz.La limitación del aforo de algunos auditorios -fundamentalmente, el Rockódromo de la Casa de Campo, cuya entrada no será gratuita- y el establecimiento de módulos para controlar el caché de los artistas, son dos iniciativas emprendidas este año y significará una mejora para el espectador, que ganará en comodidad y podrá exigir las condiciones a las que da derecho el pago de una localidad.

El presupuesto establecido este año por el Ayuntamiento de Madrid para las fiestas de San Isidro asciende a 230 millones de pesetas, un 34% más que en 1987. Los ingresos previstos por venta de entradas son de 120 millones, por lo que la inversión a fondo perdido del Ayuntamiento puede alcanzar 110 millones de pesetas. En el Rockódromo se pondrán a la venta 45.000 localidades al precio de 500 pesetas y acogerá principalmente músicos extranjeros como Joe Cocker, Salif Keita y Touré Kunda, grupos de rock soviético, Frank Zappa y Van Morrison, acompañados por artistas españoles.

Magnífico cartel

En el Palacio de Deportes de la Comunidad, con un aforo de 7.500 localidades y precios de 500 a 900 pesetas, la programación se ha reducido a tres días con la presencia de Martirio y Rocío Jurado, Aute y Leonard Cohen, y el magnífico cartel formado por Ketama, Pata, Negra y Camarón. Este año se incorpora el Pabellón de Deportes del Real Madrid, que durante seis días ofrecerá un excelente programa de artistas españoles. Con un aforo de 3.500 localidades, al precio de 400 pesetas, estarán grupos como Cómplices, La Unión, De Diego, Tam Tam Go!, La Frontera, Germán Coppini, Loquillo, 21 Japonesas, Móviles, Ronaldos, Alaska, Gabinete Caligari, PVP y Radio Futura, entre otros. Se ha logrado una interesante mezcla entre grupos nuevos y consagrados, ofrecáendo un panorama completo del pop español, a pesar de la ausencia de algunos como Duncan Dhu o El Último de la Fila.Del presupuesto de este año, la mitad se destinará a cubrir los honorarios de los 89 cantantes y grupos que actuarán en las fiestas y, según fuentes del Ayuntamiento, se han establecido módulos para controlar estos cachés. Los artistas extranjeros que actúen en el Rockódromo -Frank Zappa, Van Morrison- cobrarán 10 millones de pesetas sobre los 22,5 millones que pueden obtenerse como máximo de recaudación. El único que no ha aceptado estas condiciones es Joe Cocker, convertido en empresa: correrá con los gastos y asumirá los riesgos. Cohen cobrará seis millones, y una de las actuaciones más interesantes, las de Salif Keita y Toure Kunda, costará dos millones, demostrando que, a veces, calidad no es sinónimo de carestía.

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