Un 40% de los contribuyentes está dispuesto a financiar la Iglesia a través del 'impuesto religioso'

Un 40% de los contribuyentes está dispuesto a marcar la casilla que en los impresos de la declaración de la renta permitirá asignar un 0,52% de sus ingresos a la Iglesia católica. El episcopado, según su vicepresidente, Elías Yanes, se ha mostrado satisfecho con estos resultados, puesto que entre el 60% restante existe un 20% de indecisos. La campaña informativa que iniciará la Iglesia en los próximos días podría hacer decidir a este 20%. Sin embargo, lo que los realizadores de la encuesta dejaron claro es que la cifra de contribuyentes que opten por el impuesto religioso difícilmente, superará el 60% de los contribuyentes.

En la encuesta tienen mayor peso zonas como el País Vasco, Cataluña o Madrid, donde se recauda el 50% de todos los ingresos por el impuesto sobre la renta de la personas físicas (IRPF). En las dos nacionalidades históricas citadas hay una menor disposición a contribuir a la financiación eclesiástica por la vía que se inicia precisamente este año.Uno de cada tres votantes d Convergència i Unió (CiU) o del Partido Nacionalista Vasco (PNV) no asignará el 0,52% Esta proporción es la misma que se da entre quienes votan al PSOE. En el camino hacia la autofinanciación, CiU vuelve a alinearse con la izquierda, ya que sus votantes son partidarios de que la financiación de la Iglesia no dependa de ninguna manera del Estado, frente al centro y a la derecha, que consideran que debe percibir alguna ayuda.

La explicación de los investigadores a este hecho es que las sociedades industriales y urbanas son las más secularizadas, es decir, donde se dan unos índices menores de religiosidad. Por otra parte, se da la circunstancia de que la Iglesia en Cataluña recalca a los fieles desde hace años la necesidad de buscar la autofinanciación plena, sin que el Estado intervenga, lo que podría haber calado en numerosos creyentes, que hacen sus aportaciones directamente a las parroquias.

Desinformación

Dentro del marco general español, entre un 50% y un 68% de lo votantes del centro y la derecha contribuirán económicamente por la vía de la asignación tributaria. Uno de los rasgos comunes a creyentes y no creyentes es un enorme grado de desinformación, que se da más en pequeños municipios y entre las mujeres que entre los hombres.Una de cada dos personas entrevistadas desconoce en qué consiste el nuevo modo de financiación, y un 78% no sabe cómo se produce el sostenimiento económico de la Iglesia española y cuál es la cuantía que la Administración aporta. Sólo un 5% da una respuesta que se acerca a los 13.000 millones de pesetas que actualmente destina el Estado a la confesión católica.

Entre un 15% y un 25% de los encuestados que se declaran practicantes no saben, cómo responder a la pregunta, planteada por el impreso de IRPF sobre financiación eclesiástica. De acuerdo con los datos del sondeo, la Iglesia recibiría en estos momentos unos 8.000 millones de pesetas a través de la asignación tributaria.

Otro dato destacable es que un 513% cree que esta forma de financiación es buena, mientras que sólo un 17% opina que es mala. Respecto al futuro, un 54% de los contribuyentes haría aportaciones personales y directas si la Iglesia careciera de cualquier forma de financiación proveniente de la Administración.

La encuesta ha sido realizada entre 1.200 contribuyentes de las 17 comunidades autónomas de toda España, y se efectuó el pasado mes de marzo, según explicó Rafael López Pintor, director de la investigación (realizada por la empresa Oycos) y catedrático de Sociología de la Universidad Autónoma de Madrid.

Junto a las esperadas cifras del sondeo encargado por la Iglesia, el protagonismo informativo giró también en torno a la reunión de la comisión permanente del episcopado que se celebró el martes, y que decidió sobre los candidatos que sucederán a Fernando Sebastián al frente de la secretaría general, y sobre los que la asamblea plenaria -reunida en Madrid desde el pasado lunes- se pronunciará hoy.

Cuatro candidatos

El candidato que aparece como favorito por el número de votos obtenidos en la permanente es el obispo auxiliar de Madrid, Agustín - García Gasco, que obtuvo 16 votos de los 25 integrantes de la comisión permanente. Le siguen, con 14 votos, los auxiliares de Valencia, Santiago García Aracil, y Oviedo, José Sánchez. En cuarta posición, con 13 votos, figura Joan Martí Alanís, titular de la Seu d'Urgell.Martí Alanís y José Sánchez fueron presentados con el respaldo de 11 obispos, los mismos en ambos casos, y el primero, además, por la propia permanente. Estos dos prelados están considerados más alejados de los planteamientos del presidente de la Conferencia Episcopal, Ángel Suquía, que los otros dos candidatos al cargo: García Gasco y García Aracil. Este último esta previsto que sea nombrado obispo de Jaén.

Tres de los cuatro aspirantes a la secretaría son obispos auxiliares, tal como habían avanzado diversos analistas. El caso de Martí Alanís es distinto, puesto que es obispo titular de Urgell, aunque desarrolla buena parte de su labor en Madrid al frente de comisión de medios de comunicación. Por el momento, lo que parece más difícil es que cualquiera de los aspirantes al cargo obtenga el respaldo del 85% de los obispos asistentes a las sesiones, tal como sucedió en el caso del hasta ahora secretario general, Fernando Sebastián.

El procedimiento electoral que seguirán los prelados -cuentan por vez primera con un sistema electrónico para votar-, requerirá que el candidato con más apoyos obtenga la mayoría absoluta en las dos primeras vueltas. A la tercera sólo concurrirán los dos más votados. En caso de empate, y en una cuarta ronda, obtendría la secretaría el candidato de mayor edad.