Preludio de paz en Afganistán
El secretario de Estado, George Shultz, viajará a Ginebra esta semana para firmar el acuerdo sobre Afganistán, que prevé la retirada de 115.000 soldados soviéticos. El acuerdo es histórico y probablemente sea el mejor que podía esperarse de una guerra confusa e intrincada. Pero no ofrece la paz, sino su preludio.Aunque los rusos se retirarán antes de los 10 meses estipulados, los, beligerantes seguirían conservando gran cantidad de armas para mantener la lucha, así como la esperanza de conseguir más armamento si el acuerdo naufragara.
Este hecho implacable, que malogró las tentativas soviéticas de pacificar Afganistán, sigue frustirando los intentos de poner fin a esta guerra y permitir el regreso de mifiones de refugiados.
Conseguir que los rusos se fueran del país ha sido el principal Objetivo de Occidente, y el apropiado, desde la invasión de 1979. Pero este objetivo se ha alcanzado descuidando el conflicto soterrado entre marxistas, monárquicos, fundamentalistas y ultrafundamentalistas. A pesar del compromiso, las facciones afganas más importantes parecen dete:múnadas a seguir la lucha y a mantener el flujo de armas de Oriente y Occidente.
Si la lucha continuara, ello desencadenaría la reanudación del tráfico de armas soviéticas y el retorno de los asesores, lo que conllevaría inmediatamente la reanudación paralela de la ayuda americana a la resistencia.
, 12 de abril
