Programa 2000 del PSOE preve inayor presion fiscal para financiar una extensa política social

¿Más o menos impuestos? Los socialistas del Programa 2000 han aportado sus primeras respuestas a esta pregunta, típica de los procesos electorales en muchos países: no sólo conviene mantener la presión fiscal en España, sino elevarla lentamente de aquí al final del siglo para resolver el problema del déficit y financiar programas de protección social. Todo ello en el marco de una situación política "caracterizada por el intento de mantener la mayoría absoluta y la posibilidad de seguir contando con Gobiernos fuertes", según el coordinador del programa, Manuel Escudero. El programa explica también que el desempleo masivo se puede resolver combinando la moderación salarial y con un mejor reparto del tiempo de trabajo.

"Lo que los socialistas queremos hacer en España es crecer para redistribuir", afirma Escudero. "El gran dilema es en qué momento vamos a poder hacerlo. Se trata de un debate con distintas sensibilidades, dentro del propio partido socialista, que hay que hacer aflorar para afrontarlo y agotarlo". Un debate que "va más allá de la política concreta del Gobierno actual", se apresura a aclarar, y en el que se pretenden definir horizontes políticos, económicos y sociales para la próxima década.Según Escudero, "tenemos la intención de seguir una tendencia distinta de las alternativas conservadoras o neoliberales, que van claramente hacia el descenso de la presión fiscal. También se trata de aumentar la base recaudatoria por medio del combate contra el fraude". Ambos instrumentos deben permitir "márgenes suficientes para aplicar el esquema de socializar una parte de la renta y redistribuirla a través de servicios sociales, tratando de ganar en calidad y en cobertura".

Uno de los trabajos específicos del programa reconoce el estancamiento o débil incremento de muchos gastos sociales en los últimos años. Este estudio, que ha sido dirigido por el actual secretario de Estado de Hacienda, Jose Borrell, afirma que los recursos destinados a asistencia sanitaria "apenas han logrado mantenerse en términos reales", núentras que "el colectivo de beneficiarios ha tendido a aumentar", y como resultado, "la prestación real por persona ha tendido a disminuir".

Las pensiones de invalidez se han incrementado espectacularmente, "en buena medida por utilización abusiva de esta prestación"; las de vejez se mantienen en un nivel modesto, y han aumentado los beneficiarios de "pensiones asistenciales" (ancianos sin derecho a prestación de la Seguridad Socia), que, sin embargo, quedan por debajo del umbral de la pobreza, situado en el 75% del salario mínimo interprofesional.

Borrell y su equipo afirman que el problema de la pobreza en nuestro país "parece ser grave". Y añaden que su "deficiente tratamiento constituye, sin duda, la principal asignatura pendiente del sistema español de protección social".

Otro trabajo del mismo Programa 2000 cifra en cuatromillones el número de personas afectadas por "pobreza severa o absoluta". La tasa española es el doble que la europea. De ellos, 2,5 millones están generados dP rectamente por la situación de paro, y entre ellos, un millón de personas no ingresa nada por ningún concepto y 968.000 tienen ingresos por subsidio o pensiones de menos de 25.000 pesetas al mes.

El estudio de Borrell, antes mencionado, prevé una solución para financiar programas sociales o, lo que es lo mismo, para garantizar un cierto sistema de Estado del bienestar. "La senda que se propone", dice, "es la de una pautada elevación de la presión fiscal para llegar este fin de siglo a niveles de renta por habitante y de prestaciones sociales semejantes a los de los países ricos de la Comunidad Europea hoy".

"Un crecimiento sostenido de la producción, con lentas elevaciones de la presión fiscal, proporciona", según el mismo estudio, "recursos públicos suficientes para la absorción del déficit, la disminución del peso de la deuda y una elevación real de las prestaciones sociales".

La presión femenina

La incorporación de la mujer al mercado de trabajo es la causa directa del aumento de la población activa, según otro de los trabajos del Programa 2000. Esta mayor presión femenina -se lee en el documento presentado por Carmen de Miguel- no hará sino superar el enorme desfase existente entre la participación de mujeres y hombres en el mercado de trabajo español respecto al de la Comunidad Europea. Ahora bien, desde el punto de vista político, esta presión femenina tiene innegable trascendencia por las repercusiones derivadas de una progresiva nivelación.

Pese al descenso previsible de la tasa de fecundidad (la hipótesis más probable es la de 1,8 hijos por mujer), más de dos tercios del incremento neto de la población activa, hasta finales de siglo, se explicaría por el incremento de mujeres. Con ello, la población activa femenina, que ahora es del 31,5%, pasaría al 37% en el año 2000.

Teniendo en cuenta estos datos, el horizonte sería el siguiente: de aquí al año 2000 habrá un incremento anual en torno a 168.000 activos, con diferencias apreciables entre, el inicio y el final de la proyección. Considerando el período comprendido entre el primer trimestre de 1986 y el mismo trimestre del año 2001, el aumento total de activos sería de 2,5 millones, de los cuales las mujeres representarían el 73%.

Creación de empleo

En cifras absolutas, según la misma estimación, el incremento neto de población activa quedaría situado en torno a 140.000 personas en el año 2000; de ellas, 110.000 mujeres y 30.000 hombres. "En otras palabras, desde las hipótesis del escenario básico, la cifra de 140.000 representa el mínimo de creación neta de empleos en el horizonte del año 2000 para evitar incrementos del paro", se lee en el trabajo de Carmen de Miguel.

Los redactores del programa conceden gran importancia a la flexibilidad laboral (contratos temporales, trabajo a tiempo parcial y fórmulas similares) como método que ha abierto la espita de la presión femenina sobre el mercado de trabajo.

Según el programa, la creciente actividad laboral de las mujeres depende de que continúe el fomento de la contratación flexible, de la disminución de las tasas de fecundidad, de la extensión del trabajo a tiempo parcial y del aumento del nivel educativo, entre otros factores.

Manuel Escudero opina, por su parte, que una de las cuestiones decisivas en el debate sobre el Programa 2000 "es si debemos fomentar el trabajo a tiempo parcial, y si esto se decide, regularlo, porque no puede haber indefensión derivada de esta circunstancia". Y añade: "El desempleo masivo se puede resolver por la combinación de dos elementos: el primero consiste en mantener la moderación salarial, porque, si queremos crecer, tiene que haber estabilidad de precios, y en segundo lugar, un mejor reparto del tiempo de trabajo. Si no se adoptan criterios para ello, vamos a tener desempleo masivo en España durante decenas y decenas de años".