La Visita de Gorbachov a Yugoslavia refuerza la diversidad en el socialismo
Los medios yugoslavos y soviéticos coincidían ayer en que la visita de Mijaíl Gorbachov a Yugoslavia supone un salto cualitativo en las relaciones entre ambos Estados y sus dos comunistas, confirma la plena vigencia de la Declaración de Belgrado sobre la igualdad, independencia y respeto mutuo entre los diversos modelos de socialismo y debe ser un impulso para una nueva cooperación internacional del movimiento comunista en mi marco de pluralidad.
"Qué renta per cápita tiene Eslovenia, comparada con las otras repúblicas yugoslavas? Unos 5.000 dólares, el doble de la renta yugoslava media, la mitad de la austriaca". La pregunta y la respuesta del líder soviético al primer ministro esloveno, Dusan Sinogoj, caracteriza tanto su interés por la república más desarrofiada, moderna y productiva de Yugoslavia como la vocación occidental de Eslovenia. Allí pasaron ayer el día Gorbachov y su mujer, Raisa, antes de volar a la ciudad croata de Dubrovnik, donde concluyen hoy su viaje oficial a Yugoslavia.Ayer, en la penúltima jornada de su estancia en este país balcánico, el máximo dirigente soviético, Mijail Gorbachov, y su mujer visitaron el consorcio electrónico Iskra-Automatix, uno de los símbolos del desarrollo industrial esloveno, y fueron vitoreados por varios miles de eslovenos durante una gira turistica por el centro de Liubiana.
Eslovenia, en la frontera con Austria e Italia, es el rincón mas próspero de Yugoslavia y el santuario de la iniciativa privada, la relativa tolerancia política y la libertad de prensa. Eslovenia está en la vanguardia de las reformas hacia la liberalización económica y política, También es una república con un creciente nacionalismo, que se considera occidental y centroeuropeo, mucho mas vinculado por historia y carácter a Austria que a repúblicas yugoslavas como Serbia o Montenegro, durante siglos bajo dominio otomano. Los conflictos entre Be1grado y Liubliana son continuos, tanto por motivos económicos como por la liberalidad política de la república eslovena.
Una república rica.
Con tan sólo el 8% de la población de Yugoslavia, Eslovenia produce el 25% de los ingresos yugoslavos en divisas. Mientras el paro en el resto del país es del 15%, la república acoge a miles de trabajadores de otras repúblicas. Eslovenia se ha convertido en la pionera contra el igualitarismo en el socialismo, criticado de nuevo por Gorbachov durante su visita a Belgrado.La Prensa eslovena es la más crítica de Yugoslavia, y no admite ya la existencia de temas intocables, ya sea Tito o el Ejército. Coincidiendo con la llegada de Gorbachov, fue secuestrada ayer de nuevo la revista Mladina, de Liubliana, a instancias del Gobierno central. Mladina se ganó hace semanas las iras de la ortodoxia serbia y la apertura de un sumario por atacar al ministro de Defensa, Branko Mamula, por los "ingresos inmorales" procedentes de la venta de armas a países del Tercer Mundo.
"Vivís en una bella ciudad, en una bonita república y en un buen país", dijo ayer Gorbachov a los ciudadanos de Liubliana que se acercaron a saludarle. En los dos primeros puntos, los eslovenos están de acuerdo. Pero, según una reciente encuesta, el 53% de los eslovenos puede imaginarse una Eslovenia desligada de la federación yugoslava.
Gorbachov fue recibido en Eslovenia con gran simpatía, pero si en Serbia puede haber gentes tentadas a emular medidas soviéticas, en Liubliana no se debate ya la necesidad de una economía de mercado, que está fuera de duda, sino la posibilidad de un ingreso en la Comunidad Europea.
La liberalización en Eslovenia, al igual que en otros países socialistas como Polonia y Hungría, ha llegado ya al punto de inflexión en que se plantea la renuncia del partido comunista a su "papel dirigente" la necesidad de institucionalizar la "pluralidad de intereses" en una sociedad desarrollada y los mecanismos de elección de las representaciones populares.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.