El 'poder gris'

El sociólogo Juan Diez Nicolás, ex presidente del Comité de Población del Consejo de Europa, explica que el efecto principal del envejecimiento de la población es el gasto social y sobre todo la presión que ejerce este segmento sobre la población activa. Para Díez Nicolás, este problema no se soluciona adelantando la edad de jubilación. "En aquellos países que lo han hecho no ha servido para dar trabajo a los jóvenes sino para reducir plantillas".Díez Nicolás dice que cree en los grandes ciclos: la revolución juvenil de los años sesenta; la reivindicación feminista de los años setenta-ochenta y la reivindicación de la tercera edad en los años ochenta-noventa. "El predominio de este último ciclo tiene, entre otras, consecuencias políticas. Se acuña el concepto de poder gris, o de los mayores, que constituye un porcentaje importante del electorado. No entiendo por ejemplo cómo no tienen en cuenta nuestros políticos que el 13% de la población total de España es mayor de 65 años. Los jubilados equivalen, además, al 16% del electorado y son los que menos se abstienen'.

Alberto Olano, economista y demógrafa, que trabaja en el Ministerio de Economía y Hacienda, es consciente del grave problema económico que supone el hecho de que la población de jubilados crezca un 2,3% mientras que la población en general lo haga en un 0,4% y la población activa (de 15 a 65 años) lo haga en un 1,2% pero afirma que en ningún caso esto va a suponer, el menos en España, la bancarrota del sistema de la seguridad social. Para Olano, el elemento crítico que puede ayudar a salir de la situación es el de la ocupación. "En España, las tasas de ocupación no son suficientemente elevadas y es necesario que el sistema genere un mayor contingente de empleos para que aumente el nivel de ocupación, sobre todo en los jóvenes. También podría pensarse en retrasar la edad de jubilación, pero el gran tema es hacer que las cohortes de jóvenes que nacieron en la segunda mitad de los sesenta entren en el sistema económico, se ocupen y coticen".

Asistencia

Una de las consecuencias más conflictivas -y probablemente más costosas- del envejecimiento de la población es la que se relaciona con la asistencia sanitaria a los jubilados. "Quienes más problemas médicos van a crear son las personas mayores de 80 años, cuyo porcentaje va en aumento", explica Alberto Salgado Alba, jefe del Servicio de Geriatría del hospital central de la Cruz Roja de Madrid y presidente de la Comisión Nacional de Especialidades de Geriatría.

"Estos mayores presentan pluripatologías y procesos degenerativos fundamentalmente de tipo cardiovascular y cerebrovascular, aunque también son frecuentes los tumores, las alteraciones mentales (especialmente la demencia senil y los problemas depresivos), las insuficiencias respiratorias, los trastomos metabólicos y las caídas y accidentes", añade. La medicina preventiva y una buena asistencia a domicilio, unidas a los autocuidados en el entorno vital del anciano, deberán potenciarse de forma decisiva, según Salgado Alba, para afrontar esta situación.