El 'invierno' demográfico
El envejecimiento de la población alarma a los gobiernos de la CE
La población mundial crece muy deprisa -el planeta Tierra ya, supera los 5.000 millones de habitantes- pero Europa envejece, hasta tal punto que en el año 2010 el número de mayores de 65 años ya habrá superado al de niños y jóvenes (entre 0 y 14 años). Parecida previsión se da para España, país que en el 2010 alcanzará el tope de 41,2 millones, de habitantes y comenzará a bajar a partir de entonces. Estas cifras preocupan seriamente a los gobiernos de la Comunidad Europea, que por primera vez en la historia así lo han reconocido y han acordado poner los medios para renovar la población con el fin de que el viejo continente "pueda conservar su posición política, económica y cultural".
Los últimos estudios dlel servicio estadístico de la CE, Eurostat, señalan que la población europea seguirá creciendo ligeramente hasta el año 2005 pero a partir de este mismo año comenzará a disminuir. Por otra parte, para el año 2025 la cifra de ancianos se habrá triplicado y pasará a ser el 21% de la población, total. El hueco que habrán dejado para entonces los nacimientos europeos será ocupado por una población más joven que llegará desde Asia y África, según las mismas previsiones.En 1985 Europa contaba con 321 millones y medio de habitantes. Esta cifra seguirá creciendo hasta el 2005, en que alcanzará los 331 millones. A partir de este año disminuirá, hasta tener 315 millones y medio en el año 2025. En 1985 Europa tenía 43,1 millones de jubilados (mayores de 65 años) frente a 63,5 millones de niños (de 0 a 14 años). En el 20 10 habrá 55,9 millones de: jubilados frente a 55 millones de niños y en el 2025 serán 64,1 millones de jubilados y 49 millones de niños.
La población española sigue los mismos parámetros aunque tardará algunos años más en envejecer, según las mismas estadísticas. En 1985 existían 4,5 millones de jubilados y 8,9 millones de niños. Hasta el año 2025 no habrán superado los ancianos a los más jóvenes. En esta fecha se registrarán 7 millones de ancianos frente a 6,6 millones de niños. Respecto a la población total en 1985 España tenía 38,4 millones de habitantes. En el 2010 alcanzará su máxima cifra de 41,2 millones y en el 2025 será de 40,3 millones de habitantes.
Los sociólogos y demógrafos citan como principal causa de la caída de la población la disminución de la natalidad. La tasa de fertilidad mínima necesaria para reemplazar las generaciones es de 2,1 hijos por mujer. La mayor parte de los países de Europa hace tiempo que han bajado de esta tasa. La República Federal de Alemania está en 1,3; Bélgica en 1,6 y España en 1,7. Los países africanos, por poner un ejemplo, tienen una tasa de 7-8 hijos por mujer. El bienestar económico y los cambios en la estructura de la familia, entre otros, están provocando las bajas tasas de natalidad en Europa.
Preocupan a los Gobiernos europeos los problemas políticos, económicos, sanitarios y de otro orden que se derivarán de esta situación. Por ello el Consejo de Ministros de Asuntos Exteriores de la CE aprobó esta semana una propuesta del presidente francés, François Mitterrand, para hacer frente al desafío que supondrá que Europa tenga en el 2025 un 58,8% de clases pasivas (niños y viejos), lo que hará inviable el actual sistema de seguridad social.
Mitos catastrofistas
Esta preocupación aparentemente catastrofista de los políticos es analizada con otras perspectivas por demógrafos que en España estudian desde diversos ámbitos el problema de la población. Tomás Jiménez Araya, economista y consultor del Fondo de Población de las Naciones Unidas, dice que el fenómeno del envejecimiento de la población es importante "pero no debe interpretarse desde la terminología spengleriana de caída de Europa. El tamaño de la población es un concepto mítico ya superado. Lo que importa es el capital humano y la calidad de vida"."Es una concepción anacrónica", añade Jiménez Araya, "ligar el poder al tamaño de la población. Es infundado el miedo alarmista a que Europa pueda sufrir una inundación de población del Sur o del Tercer Mundo. La Europa actual también es producto de inundaciones de gentes tanto hacia afuera como hacia dentro". Para el consultor de la ONU, es necesario asumir nuevos enfoques que demandan nuevas estructuras y que conduzcan a un nuevo concepto de envejecimiento. "Los viejos también pueden crear valor añadido. No se les puede considerar sólo como sujetos pasivos. Se trata de ad ministrar los recursos y de con sumir desde una conciencia eco lógica, intergeneracional".
Joaquín Leguina, demógrafo y presidente de la Comunidad autónoma de Madrid, señala por su parte que desde el punto de vista político uno de los problemas más difíciles que va a tener Europa y que en parte ya se está manifestando es el derivado de las diversas etnias. "Hay que ser cautelosos con las cifras prospectivas pero parece ineludible el proceso de envejecimiento de una Europa que tendrá que aprender a convivir en un mestiza e de razas y culturas. Habrá que dejar que penetren nuevas gentes. Pero, lo peor es que seguimos con los prejuicios de los años treinta, considerando que Europa es el centro de todo".
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