Boadella: "Lo hemos hecho por patriotismo"
El director de Els Joglars se pronuncia sobre la polémica suscitada por la parodia del Barça emitida por TVE
Albert Boadella, director del grupo catalán de teatro Els Joglars, rompió ayer su silencio en torno a la polémica desatada por la emisión dentro del programa de TVE Viaje con nosotros, dirigido por Javier Gurruchaga, de una parodia teatral en la que utilizaba a figuras como el presidente de la Generalitat (Jordi Pujol), la Virgen de Montserrat y el FC Barcelona. Esta actuación ha suscitado airadas protestas por parte de sectores sociales, deportivos, eclesiásticos y políticos. Boadella, desde su retiro pirenaico, afirma: "Lo que hemos hecho ha sido por patriotismo. Nuestra obsesión es mejorar nuestro entorno inmediato".
Siempre se ha entendido que el teatro, a lo largo de su historia, es, por encima de todo, transgresión. Albert Boadella, director de Els Joglars desde hace 26 años, ejerció su profesión el pasado martes dentro del programa Viaje con nosotros. Desde el final de la emisión se bloquearon las centralitas no sólo de TVE sino de numerosas emisoras de radio y despachos oficiales; eran Ramadas de protesta.Boadella contesta de forma tajante desde su retiro pirenaico: "Nosotros somos un grupo de patriotas que se obsesiona para mejorar su entorno inmediato, y mejorarlo significa hacerlo más tolerante, más libre, más crítico consigo mismo". Ahora explica las razones de su silencio: "No había nada que añadir, nosotros dijimos lo que teníamos que decir a través de TVE". Boadella se enteró de la polémica mientras se encontraba en los Pirineos localizando exteriores para una serie que TVE le ha encargado sobre Cataluña.
El pequeño montaje se creó de manera improvisada: "Nació de la vergúenza ajena que sentimos por el caso Mariscal", comenta Boadella. Si se le pregunta si al igual que Mariscal él estaría dispuesto a pedir disculpas sonríe y contesta: "No creo que haya alguien que sea tan insensato como para solicitarlo, y, por otra parte, yo no he hecho ninguna mascota que valga millones. Como Joglars no tiene absolutamente nada, tienen la ventaja de no depender de nadie".
Volvería a hacerlo
Boadella insiste que su satisfacción, más que por el resultado del pequeño montaje, es por la actitud de Pilar Miró y Javier Gurruchaga, director del programa: "Ellos no han hecho como en TV-3, que en distintas ocasiones han censurado a Joglars". Tampoco le falta humor a la hora de afirmar que volvería a representar lo mismo, pero con variantes: "Añadiría algunas cosas en función de todo lo que se ha dicho sobre este asunto. Han llegado a tildamos de nazis en algún periódico. Lo volvería a representar pero con un coro de catalanitos como si de la tragedia griega se tratara, que fueran comentando la situación".La reacción en medios políticos, sociales y eclesiásticos, no sorprendió a Boadella: "Esperaba esto y era consciente de lo que hacía. Me quedé muy satisfecho sobre todo porque por primera vez he empezado a notar que hay gente que está en desacuerdo con este papanatismo y defienden una Cataluña distinta. El miedo de ser tachado de anticatalán como ocurría en estos últimos tiempos está desapareciendo".
También afirma que no cree que la reacción hubiera sido la misma de haber tomando como elementos para su montaje al Real Madrid, al presidente Leguina y a la Virgen de la Paloma: "Primero se hubieran reído los que me han tildado de sacrílego y además estos símbolos no tienen detrás el chauvinismo que tienen los que yo elegí".
El Barcelona F.C. era la primera vez que se utilizaba por parte de Els Joglars, pero Jordi Pujol y la Virgen de Montserrat son tradicionalmente incluidos en actuaciones del grupo: "Son personajes fijos nuestros, como los de la comedia del arte", comenta Boadella; "los utilizamos mientras sirvan, y se ha demostrado que sirven, por tanto son válidos". Boadella afirma no ser del Barga sino del Rupit-Pruit: "Es el equipo de mi pueblo, que no cobran ni un duro y que pagan para jugar al fútbol, que es la única manera que me gusta de hacer deporte".
La utilización de la figura de Jordi Pujol, siempre representada por un cabezudo que reproduce su unagen, no es otra cosa que una vieja lucha de Boadella consigo mismo: "Pujol es lo peor de mi mismo, representa el aspecto más negativo de mi idiosincrasia catalana. Es el hombre que juega a dos cartas, la cosa pequeña y reducida, la botigueta, la falta absoluta de grandes horizontes en todo, en lo cultural y político. Además, es una magnífica figura teatral, porque la mediocridad es fantástica para el teatro".
"Está claro que los primeros que han politizado estos signos han sido los que han protestado", comenta Boadella, "los del barga haciendo entregas de trofeos y valores a las vírgenes conviertiéndolas en hinchas, las concentraciones de políticos en la plaza de San Jaime.... Constantemente el deporte se ha convertido en una función comercial y trasvase entre estos signos. Ellos han maltratado los símbolos que nosotros sólo reflejamos en la escena y ellos en la realidad".
Desde siempre, Boadella, que se considera conservador, ha afirmado que no se siente especialmente un provocador, que lo que le gusta es hacer teatro: "El oficio de comediante no es de estetas de la corte, sino de gente desarraigada, blasfema muchas veces, provocadora".
"Somos una especie de compañía de carlistas, pero no un carlismo entendido como defensor de un sector monárquico, sino entendido como gente con violencia irracional, a la que no le gusta obedecer ni el arraigo con la tierra, con unas ciertas tradiciones y un poco kamikazes en el sentido de que llevamos una idea hasta el final".
"A mí me parece casi imposible que haciendo lo que hicimos se ofenda a nadie", insite Boadella, "creo que es una reacción de mala conciencia de un país que no tiene claro desde hace un tiempo lo que quería ser y lo que es. Un país que no quiere plantearse la realidad; los fantasmas del exterior ya no existen y sus enemigos están entre nosotros: los que han protestado son precisamente los que tienen interés en alentar estos fantasmas".
Sentido del ridículo
Boadella, que ha afirmado en alguna ocasión que su profesión, analizada con una mirada práctica, es totalmente ridícula, piensa que ahora no ha sobresalido su sentido del ridículo: "Ha habido unos cuantos miles o millones de personas que han hecho mucho más el ridículo que yo".Javier Gurruchaga, director del programa Viaje con nosotros, ha vuelto a invitar a Boadella a intervenir en el espacio, pero Els Joglars se encuentran con muchos compromisos y temen no disponer de tiempo. Gurruchaga afirma en una entrevista que publica el semanario El Globo: "Invité a Boadella sabiendo lo que hacía. Es un acto de libertad que yo reivindico para mí y para los demás. Yo no tengo nada contra Pujol. No es Robert Redford".
La historia de los 26 años de Joglars está salpicada de actos de desagravio, denuncias varias acusándolos de blasfemos, juicios pendientes, consejos de guerra, querellas, agresiones, procesamientos... La causa siempre la misma: hacer teatro.
Babelia
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