El Gobierno quiere aparentar que no hay alternativa, según Suárez

El presidente del Centro Democrático y Social (CDS), Adolfo Suárez, mantuvo una larga intervención en el debate parlamentario celebrado ayer en el Congreso sobre el estado de la nación, salpicada de interrupciones en tono de desplante y enfrentamiento verbal con los escaños socialistas.El ex presidente Suárez acusó al Gobierno de ser el causante de una regresión social en casi todos los órdenes y de propiciar un clima "en el que parezca que no hay alternativa".

El presidente del Centro Democrático y Social llegó al estrado en medio de fuertes murmullos, debidos principalmente a la falta de réplica de Felipe González tras la intervención de Arturo García Tizón.

Adolfo Suárez interpretó que los murmullos reprobatorios iban dirigidos a él, y agradeció a los diputados esa actitud, lo que provocó más murmullos aún.

Suárez reconoció que con el Gobierno socialista se ha consolidado la democracia, comenzó por analizar la política exterior del Ejecutivo, de la que aseguró que comparte una serie de objetivos, aunque le achacó falta de transparencia, especialmente en lo que se refiere a las relaciones con Estados Unidos, y pidió precisiones sobre algunos extremos del acuerdo defensivo, como, por ejemplo, la utilización que en tiempo de paz podrán hacer los norteamericanos de la base de Torrejón.

Tras mostrarse decididamente abierto a seguir colaborando sin reticencias en la erradicación del terrorismo, abordó la situación de la delincuencia común y acusé al Gobierno de haber fracasado en este campo tras cinco años de gestión "con mayoría absoluta". Suárez aseguró: no se trata de "un problema para que lo resolvamos entre todos"; y apuntó como causas posibles del aumento de la delincuencia la falta de coordinación policial y la ausencia de suficiente preparación de los distintos cuerpos policiales, achacable a la desidia del Gobierno.

Año favorable

En el campo de la economía, reconoció algunos de los logros que el presidente había señalado en su primera intervención, pero concluyó preguntándose: "¿Si en uno de los años más favorables por la coyuntura internacional no se ha sido capaz de contener el paro, qué perspectivas se ofrecen a los españoles?".El líder del Centro Democrático y Social enumeró lo que a su juicio constituyen datos ciertos de regresión social, en cuanto al empleo, la capacidad adquisitiva y la asistencia a los parados o a los pensionistas, y volvió a interrogarse: "¿dónde está el límite de la regresión social que se deriva de esa política?".

La última parte de la intervención Adolfo Suárez la dedicó a examinar aspectos más generales de la política del Ejecutivo socialista; y, tras acusar al Gobierno duramente de practicar una política "absorbente" en Televisión Española "para evitar que puedan conocerse otras alternativas políticas", desgranó una larga serie de acusaciones a los socialistas asegurando que les sobra "maternalismo, falta de transparencia, autocomplacencia, recelo frente al protagonismo de la sociedad".

El ex presidente del Gobierno concluyó haciendo una propuesta formal para que se constituya una comisión parlamentaria que, con el concurso de expertos, proponga en un plazo de seis meses un plan para la reforma de la Administración que evite de una vez por todas el incremento de nombramientos discrecionales que obligarían, en su opinión, a un vaivén muy peligroso de altos cargos cuando haya cambio de Gobierno.