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EL DEBATE SOBRE "EL ESTADO DE LA NACIÓN"

Felipe González asegura que todas "las fuerzas de combate" estadounidenses se retirarán de España

El presidente del Gobierno, Felipe González, ratificó ayer en la primera jornada del debate sobre el estado de la nación que Torrejón seguirá utilizándose como base del Ejército del Aire español, y aseguró que la reducción de los efectivos militares norteamericanos en España afecta al 50% de los mismos y supone "que todas las fuerzas de combate norteamericanas se retirarán de suelo español". Esa retirada significa exclusivamente la salida de España del Ala Táctica 401 de las Fuerzas Aéreas estadounidenses, según aclararon fuentes de la Presidencia del Gobierno. El debate tuvo como elemento político más destacado el enfrentamiento entre González y el líder del CDS, Adolfo Suárez, con mutuos reproches sobre sus gestiones de gobierno respectivas.

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El presidente del Gobierno tuvo una actitud conciliadora con el portavoz de AP, Arturo García Tizón, y con el portavoz de Minoría Catalana, Miquel Roca; no así con el líder del CDS, Adolfo Suárez, con el que mantuvo continuos forcejeos y reproches. Adolfo Suárez retó a González a un debate para demostrar cuáles habían sido los logros de cada Gobierno, dejándole a González la elección del lugar y la fecha. A este respecto, González contestó que las gestiones de uno y otro no resistían comparación. Tanto Felipe González como el vicepresidente, Alfonso Guerra, no dejaron de dar muestras de hilaridad y actitud de sorpresa durante la intervención de Adolfo Suárez.El anuncio del líder socialista durante su intervención matutina de que no deseaba abrumar a la Cámara con cifras y datos, se quebró en parte durante la tarde, para dar réplica a García Tizón, Roca y Suárez. González recordó que en el período de Gobierno de la UCD, concretamente en 1980, desaparecían mil empleos diarios, mientras que en 1987 se creaban unos mil empleos. "Menciono ese año porque era el quinto de su mandato y el 87 es el quinto del mío", dijo González.

El presidente del Gobierno afirmó que durante el quinquenio suarista la población activa disminuyó en 196.000 personas, mientras que durante el mandato socialista esa población se ha incrementado en más de un millón de personas. González ofreció la justificación ya reiterada a este fenómeno cual es que existen hoy mayores expectativas de encontrar trabajo.

Gibraltar

El líder del CDS, que acudió al debate aquejado de una afección gripal y con algo más de 37 grados de temperatura, mientras que González dio muestras de una creciente ronquera, reprochó al presidente el contenido del acuerdo hispano-británico sobre Gibraltar. Suárez recordó a González, entre risas mutuas, que ninguno de los dos sabía inglés, pero que no tenía explicaciones el hecho de que el documento británico hiciera referencia a "la verja fronteriza", mientras que en la versión española sólo se menciona la palabra "verja". Para el líder del CDS, el concepto de frontera "no se había admitido por ninguna Administración española".González replicó que ello no era sino la expresión manifiesta de una discrepancia y que por eso había versiones diferentes, algo habitual en los usos diplomáticos.

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Los reproches continuaron respecto al control parlamentario al que uno y otro Gobierno se habían sometido. González arrojó las cifras de miles de preguntas formuladas al Ejecutivo socialista así como a las comparecencias continuas de miembros de la Administración y de ministros. "Yo ni siquiera tuve ocasión de intervenir en su investidura", dijo González a su antecesor.

Suárez reconoció los datos de González, pero en este capítulo de recordatorios retrotrajo a la Cámara la práctica habitual del PSOE en la oposición de pedir debates y hacer comparecer a miembros del Gobierno de UCD por cuestiones de toda índole. "Desde el terrorismo hasta la seguridad ciudadana, sin olvidar la trascendencia que ustedes dieron al hecho de un golpe propinado a un diputado socialista", dijo Suárez en implícita referencia al socialista cántabro Jaime Blanco.

El presidente del Gobierno reprochó que se siguiera utilizando el hecho de que su partido tuviera la mayoría absoluta como arma arrojadiza y se preguntó si es que había algún partido que no deseara tal situación. "¿Acaso el señor Roca no quisiera tener la mayoría absoluta?", preguntó. Miquel Roca contestó desde su escaño con amplios gestos afirmativos.

Suárez hizo una última intervención para lamentar que no hubiera nadie en la Cámara que defendiera los cinco años de su Gobierno y proclamó que se sentía muy orgulloso de haber sido jefe del Ejecutivo en esa etapa. Tras ello miró en derredor y constató que en casi todos los grupos parlamentarios del Congreso podía encontrar a antiguos compañeros de partido "incluso en el Gobierno".

Adolfo Suárez reconoció que su partido quería la mayoría absoluta para ejercerla mejor en beneficio de los ciudadanos. A esta frase le siguió una explosión de carcajadas procedentes del PSOE. "Ríanse, pero ya lo verán", contestó Suárez.

Política económica

El presidente del Gobierno, en su intervención de la mañana, se detuvo especialmente en la política económica, lo cual originó posteriormente la crítica de todos los grupos que recordaron insistentemente a los más de tres millones de parados. González reafirmó que el mantenimiento de la tasa de crecimiento económico y de la inversión seguirían siendo ejes de la política económica sin olvidar que la máxima prioridad de su Gabinete es la creación de puestos de trabajo. González mencionó el aumento de dotaciones presupuestarias para sanidad, justicia y educación, parcelas que también fueron objeto de crítica por parte de la oposición.Sobre las once de la mañana y antes de dar comienzo el debate, Eusko Alkartasuna (EA) convocó una conferencia de prensa en la que, a través de su portavoz, Joseba Azkárraga, mostró su disconformidad por no haberle sido admitido intervenir en el debate. "Estamos", dijo Azkárraga, "ante una actitud antidemocrática y antipartidista" y recordó que EA supera, sólo en Euskadi, la suma de los votos que obtuvieron en todo el territorio nacional el PDP y el PL juntos.

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