Los colegios de veterinarios denuncian la necesidad de proteger de fraudes al toro de lidia
La erradicación del drogado y el 'afeitado' requiere que la Administración asuma sus responsabilidades
La Organización Colegial Veterinaria de España y representantes de distintos estamentos taurinos han hecho público un manifiesto en defensa de la integridad del toro de lidia y de la autenticidad de las corridas, que recoge las principales conclusiones de las jornadas sobre el toro bravo recientemente celebradas en Madrid. Veterinarios, ganaderos y aficionados hacen hincapié en la necesidad de que los facultativos tengan total independencia de la Administración y de los sectores que concurren en la organización del espectáculo, para que sus tareas de reconocimiento y análisis conduzcan a la erradicación del fraude, principalmente en lo que se refiere a afeitado y drogado de las reses.
El manifiesto pretende que la Administración asuma y demande responsabilidades en cuanto concierne a las manipulaciones que se producen en los toros, y declara en su punto primero: "Es criterio unánime, tanto de la Organización Colegial Veterinaria como de todos los participantes en las jornadas, la necesidad de proteger de fraudes y manipulaciones al ganado de lidia, como elemento básico y fundamental de la fiesta de los toros".Los restantes puntos del manifiesto se refieren a las siguientes cuestiones:
- Derechos de los aficionados. Es imprescindible establecer una normativa legal clara, ágil y eficaz que proteja los derechos de todos los elementos integrantes de la fiesta, y especialmente de los aficionados, ante los posibles fraudes y engaños relacionados con la misma.
Espectáculo de masas
- Inspección veterinaria. Teniendo en cuenta que al ser la fiesta de los toros un espectáculo de masas en el que cualquier anormalidad en relación con el trapío y la integridad del toro afecta a la totalidad del público, se hace necesario que en la inspección veterinaria previa al festejo se intensifique, como medida preventiva, el rechazo de cualquier animal en que se sospeche, entre otras cosas, la manipulación de sus defensas o la aplicación de drogas, sin perjuicio del control posterior a la lidia en aquellos que hubieran sido considerados aptos.
- Investigación sobre las caídas. Las caídas de los toros son un proceso patológico que afecta gravemente a la lidia. Por tanto, la Organización Colegial Veterinaria asume la responsabilidad de estudiar e investigar el conjunto de entidades nosológicas (descripción y clasificación de las enfermedades) y funcionales responsables de las claudicaciones, presentando a la Administración los protocolos de investigación correspondientes, para que en su desarrollo sean sufragados con fondos que el Estado destina a la investigación.
- Droga y afeitado. La solución de los problemas que plantean el drogado y la manipulación de las astas o afeitado de los toros de lidia requiere la regulación legal de un procedimiento administrativo y jurisdiccional de eficiente aplicación que determine las técnicas de control, las medidas de represión y la determinación de las responsabilidades, con unas sanciones suficientemente disuasorias para los posibles infractores.
- Independencia de los veterinarios. Dado que la intervención veterinaria es la base de la garantía de aptitud e integridad del toro para la lidia en su conjunto, y muy especialmente en el drogado y manipulación de astas, se hace imprescindible que al emitir sus dictámenes, juicios e informes, estos profesionales tengan independencia absoluta, tanto de la Administración como de los ganaderos, empresarios y demás sectores que concurren en torno al espectáculo.
Para conseguir dicha independencia es necesario que tanto su nombramiento como el control de sus actuaciones en las corridas dependan de la Organización Colegial Veterinaria, ya que ésta es la responsable de garantizar a la sociedad la preparación profesional, especialización y comportamiento deontológico de los veterinarios. En caso contrario -dice el manifiesto-, dicha organización podría, lógicamente, no responsabilizarse de la actuación de estos profesionales, que, en algunos casos, se ven gravemente mediatizados.
Firman el manifiesto veterinarios de la máxima representatividad y reconocida categoría profesional; entre otros, Antonio Borregón, presidente del Consejo General de Colegios Veterinarios; los presidentes de los colegios veterinarios de Madrid, Salamanca y Segovia, y los investigadores Femando Pérez Flórez, especialista en análisis de astas, y Diego Jordano Barea, que lleva muchos años estudiando las causas de las caídas de las reses de lidia.
Pasividad administrativa
Asimismo lo respaldan Manuel Sanz, veterinario de la plaza de Las Ventas y experto en la investigación del afeitado; Rafael Martín Roldán, catedrático de Anatomía de la Facultad de Veterinaria de Madrid; José María Gamazo, presidente de la Asociación Nacional de Ganaderos de Lidia; el ganadero Felipe Lafita; el presidente de la Federación Nacional Taurina, y Carlos Briones, asesor en asuntos taurinos del ministro del Interior.
Durante un semana se abordaron los problemas que afectan al toro de lidia en la sede del Consejo General de Colegios Veterinarios, en la calle de Villanueva, de Madrid -por esta razón llaman a las conclusiones el manifiesto de Villanueva-, y varios veterinarios que participaron en los debates hicieron revelaciones importantes y acusaciones muy duras. Algunos llegaron a afirmar que nunca estuvo tan generalizado el afeitado como en la temporada 1987, y responsabilizaron a la Administración del incremento del fraude, por su pasividad y aparente desinterés en erradicarlo.
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