Las delegaciones de Madrid y Cataluña presionan a Anguita para que acepte el liderazgo del PCE

EL PAÍS Dos de las principales delegaciones al 12º Congreso del Partido Comunista de España (PCE), la de Madrid y la del PSUC, votaron ayer sendas propuestas a favor de que Julio Anguita acepte la secretaría general del partido, horas después de que el dirigente andaluz rechazara rotundamente, y en dos ocasiones distintas, toda posibilidad de hacerse cargo de esa responsabilidad. Ello, unido a la renuncia definitiva de Gerardo Iglesias, plantea una gran incógnita sobre el resultado del congreso. Iglesias pasó la tarde en su domicilio, en contacto con sus colaboradores, evaluando la situación creada por la actitud de Anguita.

A última hora de la tarde, las delegaciones de Castilla y León, Cantabria y Galicia propusieron también en el pleno el nombre de Anguita para la secretaría general. Finalizados los debates de la jornada de ayer los debates, que continuarán hoy con la toma de postura de las principales delegaciones, Nicolás Sartorius, Felipe Alcaraz y Francisco Frutos mantuvieron un prolongado cambio de impresiones que, en principio, no dio ningún resultado positivo.Numerosos delegados cercaron a lo largo del día de ayer al dirigente andaluz en los pasillos del congreso y algunos le dijeron que si no aceptaba la secretaría general se marchaban del partido. Abrumado por esta situación, Anguita estalló con ira mal contenida cuando los periodistas le preguntaron cuál iba a ser su actitud. "Cuando tomo una decisión es irrevocable: no hay vuelta de hoja", frase que repitió casi textualmente a última hora de la tarde, cuando ya se conocían las posturas de las delegaciones.

"Anguita cuenta con todo mi apoyo si quiere ser secretario general", aseguré Iglesias, quien 24 horas antes había permanecido reunido con Anguita para ofrecerle su apoyo en privado. El líder dimisionario mostraba cierto desconcierto por la situación. Dirigentes del PSUC fueron más rotundos: "No hay proyectos en Andalucía ni en Cataluña que puedan triunfar sin la viabilidad de un proyecto general".

La resolución de la delegación madrileña -la segunda en importancia numérica- "indica" al futuro comité central que consideran a Anguita el candidato más idóneo y oportuno para ser elegido secretario general. La propuesta fue aprobada por 55 votos a favor, 11 en contra y 12 abstenciones. La votación mostró la diversidad de opiniones en los dirigentes comunistas de CC OO, ya que mientras el presidente del sindicato, Marcelino Camacho, votó en contra -al intervenir en público había recordado la expresión de La Intemacional "ni dioses, ni reyes, ni tribunos"-, Agustín Moreno, secretario de acción institucional en la ejecutiva confederal, votó a favor, y Nicolas Sartorius, fimdador y ex dirigente de CC OO, se abstuvo.

Poco después de que se conociera el escrutinio, el actual líder de CC OO, Antonio Gutierrez, se mostraba pesimista acerca de que pueda haber ya una "solución brillante" para la secretaría general vacante en el PCE. Minutos antes, Agustín Moreno había indicado que puesto que Sartorius y Anguita son los dirigentes más prestigiosos, ambos se deben poner de acuerdo para distribuirse la responsabilidad al frente del partido y de Izquierda Unida.

Sartorius pidió "prudencia" ante la propuesta de votar una resolución en favor de Anguita por considerar que con ella se puede "machacar" a un camarada. Sin embargo, las intervenciones de la mayoría de los delega dos madrileños fueron un depósito de confianza en un liderazgo de Anguita que s¡gue al partido del "rnarasmo" en que se encuentra. Incluso hubo un emotivo llamamiento de uno de los más veteranos dirigentes, Santiago Álvarez, que resaltó que tras haber soportado encarcelamientos y fusilamientos de camaradas lo que no aguanta es que se rían de los comunistas porque nadie quiere hacerse cargo de la secretaría general.

La delegación catalana, tercera en importancia por su número de delegados, se pronunció casi por unanimidad (ocho abstenciones sobre 70 votos) a favor de la decisión adoptada por el secretario general del PSUC, Rafael Ribó, en la última reunión del comité central, en la que propuso que el próximo secretario general del PCE fuera Anguita. Cuando Ribó pidió a la delegación del PSUC una votación para tantear el apoyo de sus compañeros a la propuesta, el debate que se produjo a continuación se convirtió en un alud de intervenciones a favor de Anguita. Francisco Frutos tomó la palabra para aclarar, rotundamente, que "sólo hay un candidato, que es Julio Anguita".

La delegación catalana insistió también en suprimir del informe presentado por Iglesias la propuesta de incompatibilidad entre la presidencia de Izquierda Unida y la secretaría general del PCE, por considerar que no es una cuestión que corresponda al congreso. Todos los debates fueron abiertos a los periodistas.