La Guardia Civil busca al asesino del niño violado en Lérida entre los vecinos
Más de 1.500 personas asistieron ayer en la localidad leridana de Maials, con 1.200 habitantes, al entierro de Ramón Josep Florensa Mateu, de ocho años, que fue violado y asesinado durante la noche del pasado miércoles en una masía abandonada de las afueras de la población. La autopsia revela que la causa de su muerte fue un fuerte golpe recibido en la zona del occipital derecho. Numerosos efectivos de la Guardia Civil participan en la investigación que se centra en los habitantes de la localidad, al existir suficientes indicios de que el autor del asesinato puede ser una persona que conocía al niño y el lugar del crimen.El féretro que contenía los restos de Ramón Josep fue transportado a hombros por jóvenes de Maials desde su casa hasta la iglesia. La iglesia parroquial, pese a sus considerables dimensiones, resultó insuficiente para albergar a las personas que se sumaron al dolor de la familia del niño asesinado. Además de la totalidad de los vecinos de Maials, acudieron al entierro numerosos adultos y niños de localidades próximas.
Tras el funeral se celebró una manifestación silenciosa desde la plaza de la Iglesia hasta el colegio en el que la víctima cursaba segundo de EGB. En la marcha, que se desarrolló en medio de una gran tensión, participaron unas mil personas que caminaron tras una pancarta que decía: "Todos juntos por ti y para que no pase más".
Banderas a media asta
La manifestación finalizó frente a las puertas del colegio público de Maials, al que asisten cerca de un centenar de niños, y en el que las banderas española y catalana ondeaban a media asta y con crespones negros. El alcalde, Francesc Vilasetrú, leyó un comunicado de condena y la manifestación se disolvió tras guardar un minuto de silencio.La Guardia Civil de Lérida está volcada en la investigación del caso, considerado excepcional, y no descarta ninguna hipótesis y desde el mismo momento de descubrirse el crimen está recogiendo todo tipo de información entre los vecinos.
Fuentes judiciales han manifestado que la autopsia practicada al cadáver del niño revela que la causa de su muerte fue el golpe recibido en la cabeza, que le produjo diversas fracturas en la zona del occipital derecho y hemorragias cerebrales. Existe la certeza de que el niño fue violado antes de morir y que el asesino pudo llevar al niño hasta la masía en su propio vehículo. El alambre que tenía el cadáver en uno de sus tobillos se utilizó, según los investigadores, para atar al niño dentro de la masía o para introducirlo en la cisterna en la que fue encontrado.
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