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"Las obras son mi habitáculo espiritual", dice Xabier Morrás

El Museo de Bellas Artes de Bilbao inaugura una antológica del artista

El artista navarro Xabier Morrás expone una antología de su obra gráfica, resumen de 20 años de trabajo, durante todo el mes de febrero en el Museo de Bellas Artes de Bilbao. Es la primera vez que realiza una exposición antológica de su obra desde que en 1964 inaugurara su primera exposición individual en Pamplona, su ciudad natal. "Las obras son mi habitáculo espiritual", dice Morrás.

En la veintena de obras expuestas se utiliza una técnica mixta en la que se combinan el óleo, la fotografía, siluetas en relieve, manchas, serigrafía, objetos y máquinas. "No tengo ningún perjucio para utilizar cualquier técnica" manifiesta, "cualquier tipo de procedimiento que me sirva para expresar lo que deseo con el máximo de exactitud".Morrás aglutina sus obras en cuatro series: la serie Londres (1965-1968), la serie España (1970-1974), la serie Nueva York (1974-1978) y la serie Euskadi, la última, en la que lleva trabajando desde principios de la década de los ochenta. "Las obras son mi habitáculo espiritual", afirma, "y así como los demás cambian la decoración de su casa, de su habitáculo material, yo voy cambiando mi obra, porque es mía, y si creo que la puedo enriquecer potenciar, cambio los elementos con total libertad, aunque la obra no cambia nunca fundamentalmente; sigue siendo reconocible pero con matices nuevos". La elaboración de las obras pasa por años de trabajo antes de que sean expuestas. El boceto de la obra original reposa años, para volver a ser retomado, reelaborado y dejado en reposo durante otro período de tiempo, como el buen vino. Algunas de sus obras son el resultado de 10 años de trabajo.

Culturas destruidas

Desde principios de la década de los ochenta, su trabajo está centrado en la serie Euskadi. "En esta serie quiero mostrar un complejo de realidades muy diferentes; por un lado, la destrucción irreversible de las culturas tradicionales rurales; por otro, la invasión discriminada de las nuevas tecnologías y la violación de los derechos humanos".Desde el curso pasado combina su actividad de pintor con las clases de dibujo que imparte en la Facultad de Bellas Artes de Bilbao. La actividad docente le ha permitido reencontrarse con la técnica del dibujo, que, según reconoce, había abandonado en los últimos años. "Durante estos años", manifiesta, "voy a profundizar un poco en el dibujo, sobre todo voy a investigar con los nuevos procedimientos y materiales, para forzar las técnicas tradicionales".

Las becas han supuesto una gran influencia para su obra. Una beca de la Diputación de Navarra le puso en contacto con el Londres de 1966, mientras que en 1974 se desplazó a Nueva York con otra beca de la Fundación Juan March. De estos períodos de residencia en el extranjero tomaron el nombre dos de sus series.

En sus obras la realidad encuentra un protagonismo destacado. "Toda mi obra está basada en fotografías que tomo de la realidad. Luego las selecciono, las recompongo y las elaboro. Yo soy muy autobiográfico en mi obra, expreso siempre el medio en el que vivo, por eso en esta exposición antológica se pueden ver imágenes de la calle 42 de Nueva York junto a un mulo, junto al medio rural en el que ahora vivo. Si me fuera a vivir a Londres pintaría Londres, que es otra cultura diferente. Todos los materiales que utilizo y todas las imágenes son autobiográficas, está todo muy interiorizado y muy vivido. En realidad soy como un escritor que cuenta historias pero con imágenes".

Morrás, que cuenta sólo con nueve exposiciones individuales en su trayectoria artística, al que le cuesta un gran esfuerzo organizar una exposición suya, curiosamente ha sido durante 14 años director de la Sala de Cultura de la Caja de Ahorros de Navarra, donde han expuesto más de un millar de artistas durante su gestión. "Trasladar las obras me cuesta un gran trabajo; además, la carrera de pintor no encajaba conmigo, te acarrea muchas servidumbres, muchas relaciones públicas, trasladarte a Madrid... Yo preferí quedarme en mi pueblo y seguir pintando".

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