Una plaza con tirón
En pleno febrero y con lo que está cayendo, la plaza de Valdemorillo se llena todas las tardes. Tiene tirón. Da lo mismo que solee o que nuble, pues lo importante es la feria, que año a año va ganando popularidad y ya se ha convertido en una clásica del calendario taurino.Los festejos se dan en plaza portátil, pero el Ayuntamiento ya ha emprendido un estudio sobre la viabilidad de un coso de fábrica, amplio de aforo y dotado de todos los servicios necesarios. Fuerzas vivas valdemorillanas apoyan la idea. La afición de la comarca, y principalmente la de Madrid, ya se han acostumbrado a ir a Valdemorillo a los toros y lo mismo que acude masivamente en febrero, podría hacerlo en verano y en la otoñada, cuando la empresa de Las Ventas echa el cerrojo y deja a su clientela sin fiesta.
Cerrada la plaza de Vista Alegre, en Carabanchel; la de San Sebastián de los Reyes, que fue llamada "la tercera", sólo activa para su feria septembrina, Valdemorillo puede encontrar su hueco y su rentabilidad atendiendo a una afición madrileña que entra en hibernación taurina antes de lo que quisiera.
Babelia
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