"La bomba de Gaza ya ha estallado", dice el jefe de los campamentos palestinos de la ONU
"Gaza era una bomba de tiempo. Ahora ha estallado, y nada la podrá aplacar hasta que los palestinos recuperen su territorio". Quien hace estas declaraciones no es un dirigente de la Organización para la Liberación de Palestina (OLP) ni un político apasionado, sino Giorgio Giacomellin tranquilo diplomático italiano que dirige la Oficina de las Naciones Unidas para los Refugiados Palestinos en Oriente Próximo (UNWRA). Esta institución, creada en 1949, tras la creación del Estado israelí, tiene a su cargo los 2,2 millones de palestinos refugiados en los territorios ocupados, Siria, Líbano y Jordania.Giacomelli se ha entrevistado en Madrid con los máximos responsables del Ministerio de Asuntos Exteriores para informar de la situación y recabar más ayuda para el organismo que dirige, cuyo presupuesto de 220 millones de dólares anuales (unos 25.000 millones de pesetas) es financiado por 60 países, incluida España. "He estado presente en muchas de las recientes manifestaciones en los territorios ocupados", dice Giacomelli, "y creo que se trata de una protesta espontánea, generada en las terribles condiciones de vida de los refugiados, que se han hartado y ya no quieren esperar más".
El organismo que dirige Giacomelli, que nació hace 39 años para dar una solución "provisional" a los desplazados palestinos, ha presentado en los últimos meses numerosas protestas ante el Gobierno israelí por el trato dado a los manifestantes. "Estamos obligados, sin embargo, a mantener un perfil prudente para seguir en la región y continuar ofreciendo nuestra ayuda a los refugiados", dice.
Según afirma, la violencia de las manifestaciones en Gaza, por encima de las de CisJordania, se explica por las condiciones de hacinamiento en las que viven los refugiados en esa zona. En Gaza, los 475.000 refugiados sereparten en sólo ocho grandes campamentos, mientras en Cisjordania, con 100.000 refugiados menos, existen 19 campamentos. "Los refugiados de Gaza siguen viviendo como en los primeros años y se oponen. a cualquier proyecto de mejorar sus condiciones de vida. No quieren reasentarse, sino volver a sus territorios".
Libros por piedras
"Por ello", agrega, "los niños y jóvenes que antes centraban sus esfuerzos en la educación, porque entendían que era la vía a través de la cual lograrían imponer sus puntos de vista y preservar su cultura, se han cansado y han cambiado los libros por las piedras". Pese a que acepta que los refugiados palestinos "han perdido la esperanza en los mecanismos tradicionales de negociación", insiste como buen diplomático en que "sería un grave error creer que ya nada se puede hacer". Según Giacomelli, "el estallido del conflicto en los territoríos ocupados puede ser el catalítico que haga reaccionar al mundo" y convenza a las autoridades internacionales y a la opinión pública que "las condiciones de los refugiados no pueden empeorar más".
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