La muestra 'El siglo de Picasso', inaugurada en el Reina Sofia, interpreta 60 años de arte español
La exposición El siglo de Picasso, una de las cuatro que constituyeron la muestra Cinco siglos de arte español, presentadas el pasado otoño en París, podrá ser visitada a partir de hoy en el Centro de Arte Reina Sofía. Los comisarios de esta exposición consideran que el carácter de esta muestra no es el de un manual de historia del arte de nuestro siglo, sino una interpretación de la misma. Esto ha dado motivo a críticas negativas en medios artísticos españoles, y por eso se ha decidido organizar un ciclo de debates -todavía no programado- en los que se aclaren los diversos puntos de vista.
El siglo de Picasso comienza con las rupturas estilísticas que se producen alrededor de 1910 y concluye en 1970 con la obra de artistas que siguen en activo. La exposición que se presenta en el Centro de Arte Reina Sofía no es exactamente la misma que se vio en París hasta el pasado 3 de enero. De las 210 obras que la formaban, 17 han sido sustituidas por la imposibilidad de prorrogar los préstamos de estas últimas obras para la exposición. Las obras ausentes han sido reemplazadas por otras 16 que, según los organizadores, coinciden plenamente con el espíritu y argumento de la exposición.El subsecretario de Cultura, Miguel Satrústegui, enfátizó en su presentación de esta muestra en Madrid el carácter excepcional de la misma. La razón de traer sólo esta exposición de las que compusieron Cinco siglos de arte español es que la mayoría de las obras proviene de colecciones extranjeras y, por tanto, difícilmente visibles por el público en España. "Esto pone en evidencia la precariedad de las colecciones nacionales con respecto a esta época", afirmó Satrústegui. "No se trata de una exposición de contenido aislado porque se diseñó dentro del proyecto de Cinco siglos de arte español, y éste es sólo el segundo capítulo. Esperamos que la polémica que ha precedido a la inauguración de esta muestra en España se produzca ahora con mayor sosiego, y por eso hemos pensado en organizar un ciclo de debates al respecto", anunció.
Tomás Llorens, comisario de la exposición junto al crítico Francisco Calvo Serraller, comentó el carácter que distingue a esta muestra, alabada en los medios franceses y criticada en los españoles principalmente a causa de las omisiones. "El siglo de Picasso es un discurso construido a partir de la yuxtaposición de pinturas y esculturas y no pretende ser un panorama histórico ni un muestrario en el que se represente a los artistas en función de su nombre o su importancia. No es el nombre de los artistas sino el carácter intrínseco de las obras expues tas lo que ha determinado la se lección", dijo Llorens.
"¿Se parece esto al arte del siglo XX en España? Se parece como una radiografía; no se parece como un retrato del siglo XV, con la minuciosidad que tiene el retrato en esa época. Hay aspectos importantes, y la ausencia de los artistas que se agruparon en Cuenca en los años cincuenta puede ilustrarlo, presenta un problema abierto a debate. El grupo de pintores que gira en tomo al Museo de Cuenca, en el que Zóbel ejerció un evidente liderazgo, representaron un aspecto importante de la modernidad española en los años cincuenta y sesenta, no cabe duda. Sin embargo, en la radiografía que hemos hecho este aspecto queda disminuido o escorzado porque nuestra intención era reforzar -simplificando, evidentemente- lo que podría ser la identidad de una manera española -una, y no la única-, bastante distinta de la que produce la sensibilidad europea. En el caso de los artistas de la escuela de Cuenca pensamos que su obra es más normalmente moderna que la de los artistas del Paso, por ejemplo".
Autocrítica
Francisco Calvo Serraller, preguntado si no habían hecho una autocrítica sobre su concepción de esta muestra, contestó: "No sólo no estamos arrepentidos, sino que estamos convencidos de que hemos hecho lo más apropiado, y el sentido que tiene exponerlas en España es que se puedan ver aquí"."Si la pregunta es si nos han impresionado las reacciones positivas y negativas que ha tenido la exposición, debo decir que en una primera lectura de estas críticas uno aprecia motivos más emocionales que argumentos. La idea de esta iniciativa de un ciclo de debates es la que más nos entusiasma a los comisarios, porque estamos deseando llevar un discurso argumental en una esfera más amplia que la discusión entre nosostros dos".
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