Demasiadas preguntas

¿Se debe negociar con la mafia?, preguntaron a Andrés Pastrana, tras su liberación. "Eso es una decisión del Estado", respondió. Según Pastrana, el grupo que lo secuestró, Los extraditables (nombre del comando que se opone a que los narcotraficantes sean entregados a EE UU) están dispuestos a pagar las penas que les impongan, pero en Colombia. Lo que rechazan es que los envíen a Estados Unidos para ser juzgados. ¿Entregarlos o no entregarlos?, es el dilema que el pueblo colombiano quiere que el Gobierno resuelva. Esta misma definición la pidió al presidente el procurador asesinado, tras la puesta en libertad del narcotraficante Jorge Luis Ochoa, el 29 de diciembre pasado. Hasta ahora, el Gobierno ha tratado de esquivar el tema.El ministro de Justicia, ante la invalidez del tratado firmado en 1979, asegura que la extradición es posible, de acuerdo al tratado de Montevideo de 1933, previa aprobación de la Corte Suprema de Justicia. Pero la Corte Suprema insiste en que ellos no emitirán conceptos sobre este tema. Hoyos afirmaba que se podía extradir de acuerdo a un viejo tratado firmado en 1888; el ministro de Justicia le respondió que éste no tiene validez jurídica. Lo vigente en este momento es una orden de captura con fines -de extradición contra cinco grandes del cártel de Medellin: los tres hermanos Ochoa -Fabio, Juan David y Jorge Luis-, Pablo Escobar y Gonzalo Rodríguez Gacha.

Mientras, ayer se supo que en Kansas (EE UU) se estudia un decreto para legalizar el consumo de la marihuana y la cocaína. La noticia hizo recordar a muchos las palabras del procurador asesinado. "Toda el agua sucia por el problema del narcotráfico se le echa a Colombia. Pero en EE UU ni se detiene a los narcotraficantes ni se hace nada para frenar el consumo de la droga".