"Creativos, pragmáticos y flexibles"

Daniel Ortega es hoy el valor más sólido que puede ofrecer la revolución sandinista. Confiesa, no obstante, que "cada día se va aprendiendo". "Desde el día de la revolución hasta la fecha, hemos ido aprendiendo en la forma de gobernar, en la forma de defender el proceso nicaragüense. Ésto no niega los principios que nos llevaron a luchar, pero aquí hay que tratar de ser mago para afrontar los problemas políticos internacionales, los problemas económicos, los problemas de la guerra. Tenemos que ser muy creativos, muy pragmáticos, muy flexibles, sin romper los límites de lo que son las bases y los principios de esta revolución".El presidente nicaragüense ha dejado ya su uniforme Verde olivo de comandante de la revolución sólo para los actos oficiales. Sus viajes al extranjero, sus contactos con jefes de Estado, su batalla diaria con los demás agentes de la crisis centroamericana lo han curtido deprisa. Le falta, tal vez, el poder suficiente dentro de su propio país para poder llevar totalmente a la práctica su línea de pensamiento.

Daniel Ortega provocó una fuerte polémica al declarar hace poco más de un mes que el Frente Sandinista de Liberación Nacional jamás entregaría el poder. Ahora explica al respecto: "Aquí ha habido un cambio revolucionario, y nosotros creemos que ese cambio revolucionario ha sido defendido por una mayoría del pueblo nicaragüense, no voy a decir que todo, pero sí una mayoría; entonces el poder reside en esa mayoría y, por tanto, no se puede entregar lo que pertenece a una mayoría. Nosotros no podemos entregar el poder, podemos entregar el Gobierno si, hipotéticamente, perdiésemos las elecciones, pero el poder residirá siempre en el pueblo".

"Podemos darle a un partido que gane las elecciones la posibilidad de gobernar", precisa el líder sandinista, "pero el poder sigue residiendo en el pueblo, que se supone puede, incluso, incidir sobre ese Gobierno en cualquier momento".