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Bonn y París celebran sus 25 años de amistad

Lluís Bassets

Francia y la República Federal de Alemania celebran hoy el 2,9 aniversario del Pacto del Elíseo, el histórico tratado de amistad firmado por el canciller Konrad Adenauer y el el general Charles de Gaulle el 22 de enero de 1963, que sellaba la reconciliación definitiva entre los dos vecinos. El aniversario de la firma, bajo la sombra de la catedral de Reims, en una zona donde franceses y alemanes se han liquidado a placer en tres guerras en los últimos 100 años, no quedará limitado a las ceremonias y desfiles. Tres nuevos organismos de cooperación empezarán a funcionar hoy mismo: una brigada mixta, independiente de la OTAN y bajo mando conjunto, el Consejo Superior de Defensa y el Consejo Económico.

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La celebración del aniversario llega en un momento delicado en las relaciones entre Francia y la República Federal de Alemania, tras el fracaso de la cumbre de la Comunidad en Copenhague, las dificultades del Sistema Monetario Europeo ante la crisis del dólar y las fricciones entre Bonn y París a propósito de las propuestas soviética y alemana oriental de triple opción cero (desmantelamiento de los misiles de menos de 500 kilómetros).Con la coordinación de políticas de defensa y la cooperación militar que debe emprender el Consejo de Defensa, el Gobierno de la RFA pretende acercar a Francia a la organización militar de la Alianza Atlántica; y Francia persigue consolidar, a partir del binomio franco-alemán, el pilar europeo de la OTAN alrededor de su propio protagonismo. Con la armonización de políticas económicas que deberá realizar el Consejo Económico, Francia desearía, en cambio, terminar con el protagonismo monetario alemán en el seno del Sistema Monetario Europeo.

La creación de la brigada mixta franco-alemana, formada por 4.200 hombres y estacionada en Boeblingen (Baden-Würtemberg), que debía convertirse en el símbolo del compromiso francés en la defensa de la RFA y en la buena aceptación alemana de la ayuda francesa, se efectuará en medio de insinuaciones, principalmente por parte alemana, que ponen en duda la utilidad, o incluso la constitucionalidad, de la iniciativa.

Cifras en mano, el montaje de la brigada significará el aumento de la presencia militar francesa en territorio alemán, aunque el significado de estas tropas, un batallón de artillería y otro de blindados ligeros, es sustancialmente distinto.

Las tropas francesas estacionadas en Alemania desde el término de la última guerra son el residuo y la consecuencia de un Ejército de ocupación. El general que mandará la brigada y los 2.000 soldados franceses son la expresión de la voluntad política de construir una defensa común que, a la larga, pueda dar paso a la responsabilización de los europeos en su propia defensa, según la estricta ortodoxia francesa en la cuestión.Las susceptibilidades que suscitan las nuevas iniciativas franco-alemanas desbordan las fronteras de ambos países. En el Reino Unido o en Italia, por ejemplo, no se ve con ojos excesivamente complacientes el interés francés y el consentimiento alemán en los consejos de Defensa y Economía y en la brigada mixta. A este propósito, el ex ministro de Asuntos Exteriores italiano Giulio Andreotti ha expresado sus reservas sobre la utilidad de acuerdos de defensa a dos como el que se firmará hoy.

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Voluntad política

La naturaleza del Pacto del Elíseo, telón de fondo de los nuevos acuerdos, permite abrigar el mayor escepticismo sobre los ritmos de trabajo de los nuevos organismos o instituciones. El pacto cuyo aniversario se celebra fue la expresión de una voluntad política francesa y alemana, pero tuvo escasas repercusiones en los años siguientes, aunque a la hora del balance se perciba su eficacia como neutralizador de los aspectos sombríos en las relaciones entre los dos vecinos, principalmente gracias a la cooperación cultural y educativa, intercambio de jóvenes y trabajo continuado entre funcionarios, militares y políticos.

Los acuerdos que hoy se firmarán revelan igualmente una seria voluntad política, pero está por ver que supongan el paso a una velocidad superior en el estrechamiento de las relaciones París-Bonn y en la construcción de la Europa de la moneda única y la defensa común.

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Sobre la firma

Lluís Bassets
Escribe en EL PAÍS columnas y análisis sobre política, especialmente internacional. Ha escrito, entre otros, ‘El año de la Revolución' (Taurus), sobre las revueltas árabes, ‘La gran vergüenza. Ascenso y caída del mito de Jordi Pujol’ (Península) y un dietario pandémico y confinado con el título de ‘Les ciutats interiors’ (Galaxia Gutemberg).

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