Dos procesos y un solo conflicto
El conflicto que enfrenta a Pedro Pacheco, alcalde de Jerez de la Frontera, con la justicia se está ventilando en dos frentes jurídicos diferentes, que han desembocado ya en el Tribunal Supremo, aunque en distintas salas, de acuerdo con su respectivo carácter penal y contencioso-administrativo.En el ámbito penal, la sentencia de la Sala Segunda del Tribunal Supremo, de la que se informa en esta página, pone fin al proceso por presunto desacato, iniciado contra Pacheco sobre todo por la sugerencia de que entre determinados magistrados y los abogados de Bertín Osborne pudiera existir connivencia.El origen de este proceso penal se encuentra en la vía contencioso-administrativa, en la que el Tribunal Supremo ha ratificado la resolución de la Audiencia Territorial de Sevilla que paralizó la demolición de una ampliación del chalé propiedad del cantante.
La vinculación entre ambos asuntos proviene de que la causa penal se originó por las protestas de Pacheco ante una resolución judicial adversa y que venía a desautorizar el acuerdo adoptado por el Ayuntamiento de Jerez, presidido por Pacheco.
El Supremo ratificó recientemente el auto de 30 de enero de 1985 por el que la Audiencia de Sevilla suspendió la orden municipal de derribo. El proceso penal que concluye con la absolución de Pacheco es, aparte de su importancia jurídica, un incidente en relación con el proceso principal, en el que el Tribunal Supremo ha dado la razón al cantante.
El Supremo, desde distintas salas, se opone a que se cumpla la demolición acordada por el Ayuntamiento de Jerez, al tiempo que considera no delictivas las críticas del alcalde ante las decisiones judiciales. Dicho de otro modo, autoriza el derecho al pataleo. La última advertencia de Pacheco es ésta: "Por las buenas o por las malas, derribaré el chalé de ese cantante conocido como Bertín Osborne".
