Alfonsín y Cafiero acuerdan reformar la Constitución en 1989

El presidente argentino y jefe del radicalismo, Raúl Alfonsín, y el gobernador de la provincia de Buenos Aires y líder del peronismo, Antonio Cafiero, acordaron ayer la realización de una reforma de la Constitución que deberá entrar en vigor en el nuevo período presidencial que se iniciará en 1989.

El acuerdo entre el presidente y el líder de la principal fuerza de oposición supone la convocatoria de elecciones simultáneas para la elección de nuevo presidente de la nación y de los miembros de la Asamblea Constituyente. Los líderes de la Unión Cívica Radical y del Partido Justicialista -las fuerzas políticas mayoritarias del país- acordaron que la Asamblea Constituyente debe "finalizar su trabajo antes de que asuman las nuevas autoridades". Es probable, en consecuencia, que la elección simultánea se celebre a comienzos del año próximo.

La reunión de ambos líderes supone el inicio de negociaciones sobre el alcance de la reforma de la Constitución de 1853 y de las propuestas sobre reducción del mandato presidencial de seis a cuatro años, sobre creación de la figura de primer ministro y acerca de un mayor control parla mentario de la gestión del Gobierno.

Prisión "atenuada" o "rigurosa"

Alfonsín y Cafiero analizaron asimismo la actual tensión militar, originada por la situación procesal del jefe de la rebelión de la pasada Semana Santa, el teniente coronel Aldo Rico. El Gobierno radical ratificó ayer su decisión de respaldar. a la justicia militar "hasta sus últimas consecuencias" en las decisiones que adopte con relación al caso Rico. Una de esas posibilidades es que dicho militar pase de su actual prisión "atenuada" a la situación de "prisión preventiva rigurosa".

Las tensiones latentes entre el poder civil y el militar desde el motín de abril del año pasado resurgieron el pasado miércoles, al propagarse los rumores de que dos unidades del Ejército de Tierra se habían encerrado en sus cuarteles en relación con el caso Rico. Esos rumores se acentuaron tras una reunión que mantuvo el jefe del Ejército de Tierra, general Dante Caridi, con los comandantes del arma. En ella, Caridi ordenó medidas de seguridad y alerta en ciertas unidades.

El Estado Mayor del Ejército de Tierra manifestó ayer que la situación de las guarniciones en todo el país era 'normal", aunque una fuente militar admitió que "hubo una serie de consultas y deliberaciones" entre oficiales en activo. La cuestión de saber si Rico, excluido del Ejército y luego reintegrado a las filas con su grado, debe ser sometido ahora a un régimen de prisión "riguroso" en una guarnición militar origina la actual tensión.

El jefe de la rebelión de Semana Santa se encuentra en una casa con piscina y pista de tenis de las afueras de Buenos Aires, acompañado de una veintena de oficiales que han declarado a las emisoras de radio que "resistirán" un posible cambio en la situación procesal de Rico. Según el Código de Justicia Militar, la prisión "atenuada" no impide recibir visitas y tampoco establece custodia militar alguna.