Europa crea las bases para aumentar su producción audiovisual frente a la hegemonía de EE UU
Inaugurado oficialmente en Bruselas el Año Europeo del Cine y de la Televisión
El Año Europeo del Cine y de la Televisión 1988 (AECT 1988) fue inaugurado ayer oficialmente en la capital belga, y gracias a esta iniciativa, el sector de producciones audiovisuales del Viejo Continente pretende, a lo largo de los próximos 12 meses, nada menos que empezar a sentar las bases jurídicas y políticas que le permitan desarrollarse o, por lo menos, sobrevivir en el mundo altamente competitivo que en este campo se avecina. La producción de películas ha disminuido regularmente durante estos últimos años en Europa de forma alarmante.
Los profesionales del cine en Europa, que por primera vez trabajarán en estrecha cooperación, "han entendido la urgente necesidad de transformar la industria audiovisual europea en un sistema integrado, ya que sólo así estará en condiciones de hacer frente a los desafíos a nivel mundial", subrayó el comisario europeo de cultura, Carlo Ripa di Meana, en la conferencia de prensa de presentación del AECT-1988.Cuando sólo se habla del cable y del satélite, afirmó Gaetano Adinolfi, secretario general adjunto del Consejo de Europa, es urgente que Europa imponga su presencia y su dimensión en los medios de comunicación". "Europa", añadió, "tiene que conseguir que su mentalidad evolucione y que surjan o se desarrollen los mecanismos que garanticen en los próximos años una verdadera producción y distribución de películas europeas".
Horas de programación
El AECT-1988 es, según declaró ayer Gaetano Adinolfi, "un impulso, una toma de conciencia, saludable espero, de los círculos políticos, de los profesionales y de las instituciones europeas" para que la producción audiovisual europea consiga aumentar sus horas de programas, para que la expresión de la identidad cultural europea resista a la competencia salvaje que en este terreno llevan a cabo las empresas multinacionales, sobre todo las estadounidenses.
Junto con el Consejo de Europa, la Comunidad Europea (CE) patrocina esta ambiciosa iniciativa, a la que también se han sumado otros seis organismos europeos, los ministerios de Cultura de 24 países democráticos del Viejo Continente y 10 organizaciones profesionales, y cuyo comité internacional preside la ex presidenta francesa del Parlamento Europeo, Simone Veil, mientras el comité nacional español está encabezado por Fernando Méndez-Leite, director general del Instituto de la Cinernatografía.
"Hay que concienciar", dijo Méndez-Leite, "a las distribuidoras, que muchas veces están en manos de empresas norteamericanas, de la necesidad de potenciar la importación de cine europeo. Si lo conseguimos será un gran logro".
Las cifras sobre el declive de la industria cinematográfica europea son elocuentes. La producción de películas ha disminuido regularmente durante estos últimos años en Alemania Occidental, el Reino Unido y Francia, así como en casitodos los demás países europeos.
En Italia, a pesar de que el sector sigue siendo muy dinámico, el 53% de las películas distribuidas son norteamericanas, mientras las italianas sólo representan el 31%.
Para invertir la tendencia advertida en la última década, los organizadores del Año Europeo se han propuesto tres ejes de actuación. El primero consiste en promover algunos acontecimientos, como la concesión en Bruselas de premios a las mejores películas europeas de los últimos 30 años, la celebración de una jornada europea de la televisión, el 21 de marzo, y de otra del cine, el 16 de junio.
Iniciativas especiales
Además de su participación en dichas jornadas, las televisiones europeas tomarán iniciativas especiales con motivo de AECT-1988. Televisión Española, por ejemplo, colaborará en el proyecto FERA para subtitular películas que serán proyectadas en la pequeña pantalla, al tiempo que dedicará 3.080 millones de pesetas a la financiación de películas a cambio de la obtención de sus derechos exclusivos de difusión.
El segundo aspecto de AECT-1988 es la organización de numerosos coloquios y conferencias -en Madrid se debatirá en septiembre el futuro de las salas de cine-, algunas de las cuales formularán recomendaciones a los Gobiernos e instituciones europeas para que sigan apoyando al sector más allá de 1988.
El estudio de la creación de actividades y estructuras permanentes para promover el cine y la televisión será la tercera y última faceta del Año Europeo en curso, y parece probable que se cree una Academia Europea del Cine y de la Televisión, a la que corresponderá, entre otras cosas, organizar y atribuir el premio a la mejor película europea, que será concedido por primera vez, en Berlín, en noviembre de este año.
El presupuesto global de las actividades que tendrán lugar en el marco del Año Europeo del Cine y de la Televisión-1988 asciende tan sólo, segun la agencia de Prensa belga, a 815 mifiones de pesetas, que no supondrán una ayuda decisiva para la industria europea del ramo, pero que sí pueden contribuir a acelerar la toma de conciencia de los responsables del Viejo Continente.
Babelia
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