La represión aísla políticamente a Israel
Dos palestinos fueron muertos ayer en la región de Gaza por soldados israelíes, con lo que el número de víctimas mortales, en los territorios ocupados por Israel desde que comenzaron los disturbios, hace alrededor de un mes, se eleva ahora a 35, según las autoridades. Fuentes palestinas afirman que los muertos en Cisjordania y Gaza son al menos 42 y los heridos más de 400. Israel se encuentra políticamente a la defensiva, ya que ningún soldado israelí ha muerto en esos territorios -frente a las decenas de víctimas entre los jóvenes palestinos-, y el mundo apunta su dedo acusador hacia los dirigentes del país.
Los desórdenes en Gaza coincidieron ayer con la visita a ese territorio de Mark Goulding, subsecretario general de las Naciones Unidas, que se encuentra en Israel desde el viernes. El Ejército de ese país prohibió ayer la entrada del enviado de la ONU a los campamentos de Jebalya y Shati, por ser "zona militar cerrada" el primero y estar bajo el toque de queda el segundo, informa Efe.A pesar del aumento del número de víctimas, las manífestaciones palestinas no cesan en los territorios ocupados, día tras día, semana tras semana, los enfrentamientos entre palestinos y el Ejército y la policía israelíes continúan. En Jerusalén, diversos sectores se preguntan qué puede hacer Israel ante el desencadenamiento de cólera, desesperación y odio que hace a los jóvenes palestinos enfrentar -sin temor a la muerte, lanzando piedras- a soldados armados con fusiles automáticos.
Tras una serie de fanfarronadas del ministro de Defensa, Isaac Rabín, que al regresar de un viaje a Washington hace 15 días anunció "el fin de los disturbios", éste ahora descubre que el problema es "muy complejo", invita a los israelíes a tener paciencia y promete intensificar las medidas de represión.
Sin "respuesta adecuada"
"Ante la nueva estrategia palestina, Israel no tiene una respuesta adecuada", escribe el comentarista militar Zeev Schiff en el periódico Haaretz. La nueva estrategia palestína consiste en no desenterrar las armas y los explosivos escondidos, no responder al fuego con el fuego, para no facilitar a los dirigentes de Israel la decisión de desencadenar una represión masiva y sangrienta bajo el pretexto de una "lucha justificada contra ataques terroristas".Los jóvenes de Cisjordania y Gaza, además, desarrollan una guerra de desgaste contra las fuerzas israelíes. Cuando los neumáticos arden en la calle Saladino en Jerusalén, por ejemplo, y un grupo de guardias corren a apagar el fuego y despejar la ruta, otra barricada es levantada, varias calles más allá. Y así, sucesivamente. La escena se repite en las poblaciones ocupadas de Cisjordania y Gaza.
Como el movimiento es, a la vez, espontáneo y organizado, y surge del interior sin esperar las órdenes de Yasir Arafat, presidente de la Organización para la Liberación de Palestina (OLP), de Georges Habache u otros dirigentes, las detenciones masivas (más de 2.000 jóvenes) no detienen el movimiento de lucha contra la ocupación. Nuevos jefes y activistas surgen para tomar el relevo de quienes están detrás de as rejas. El objetivo de esta guerra de desgaste sería el de convencer a los israelíes que la calma no retornará, aunque cada tanto haya una pausa. En resumen, que 20 años de ocupación son suficientes.
El Gobierno israelí no sabe a qué santo encomendarse. Las nuevas medidas previstas son imponer un toque de queda estricto y prolongado en toda localidad, ciudad, barrio o campo de refugiados en el que se produzcan desórdenes, aunque sean menores, para quebrar la resistencia y aislar a los jóvenes manifestantes de su retaguardia (padres, familiares angustiados y población pálestina en general).
Toque de queda
El toque de queda acaba de ser impuesto en siete campos de refugiados de la región de Gaza, corazón y centro neurálgico de las protestas. También en cuatro campos de refugiados de Cisjordania. Y en un sólo día. Se trata de una prueba, de un ensayo. Si esta medida intimida a los manifestantes, será aplicada a las poblaciones más recalcitrantes. En primer lugar la ciudad de Gaza y sus suburbios densamente poblados. En ellos, la represión sistemática, los enfrentamientos con los manifestantes son particularmente duros para el Ejército israelí, ya que exigen una alerta continua y una dispersión constante.[La Comunidad Europea formuló ayer un llamamiento a Israel para que no lleve a cabo su plan de deportar a nueve palestinos de los territorios ocupados, informa Reuter].
[En el sur del Líbano, por su parte, un observador militar de las tropas australianas de las Naciones Unidas que supervisan la tregua, resultó muerto ayer, y otro militar canadiense gravemente herido a causa de la explosión de una mina, seftaló un portavoz de dicha organización, informa Efe].
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