El Gobierno de Goria agoniza y no le defiende ni la DC italiana

La situación política italiana ha entrado en una fase nueva. El Gobierno presidido por Giovanni Goria está agonizando y no le defiende ya ni su propio partido, la Democracia Cristiana. "No existe una mayoría de gobierno, no existen fórmulas, no existe nada", acaba de confesar el vicesecretario democristiano, Vincenzo Scotti.El Gabinete, apoyado por cinco partidos (democristiano, socialista, republicano, socialdemócrata y liberal), ha acabado su misión a pesar de las buenas intenciones de Goria, quien, en otras circunstancias y con otros apoyos, no hubiese sido peor presidente que muchos de los que le han precedido.

¿Quiénes han querido que fracasara? Los democristianos dicen que los socialistas querían demostrar que sin Craxi en la presidencia no hay Gobierno posible, y los socialistas echan la culpa a los democristianos por no permitir gobernar a un "joven y nuevo" Goria, por miedo a que pudiera acabar convirtiéndose en una figura nacional cuando no tiene peso dentro de las viejas camarillas de su partido.

Ahora el problema es cómo sustituir a Goria y su Gobierno, un difícil problema, ya que está en curso la cuestión, ahora ya inaplazable, de las reformas institucionales, sobre las que cada partido intenta llevar el agua a su molino, y cuyo caso más evidente es la reforma de la ley electoral.

Por ahora tan sólo se barajan hipótesis, entre otras la de un Gobierno que dure sólo el tiempo de hacer las reformas y la posterior convocatoria de elecciones. Pero es la menos probable. También se habla de un Gobierno a tres: democristianos, comunistas y socialistas, también muy difícil porque se levantarían en armas los partidos menores.

Otra hipótesis, probablemente del gusto del secretario democristiano, Ciriaco de Mita, es la de un Gobierno en el que figuren los secretarios generales de los cinco partidos que actualmente forman el Gobierno, para que tenga la fuerza de hacer las reformas y para que ningún partido, teniendo dentro a su secretario, pueda hacer juegos sucios. Pero se duda que Craxi acepte estar en un Gobierno presidido por De Mita como simple ministro.