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Gol de la 'mafia' en Colombia

El Gobierno responde a la liberación de Jorge Luis Ochoa dictando una orden de captura contra cinco de los mayores narcotraficantes del mundo

"La mafia propinó al país un gol doloroso. Pero esto no significa que no podamos ganar la próxima partida", afirmó el ministro de Justicia de Colombia, Enrique Low Murtra, tras anunciar la decisión del Gobierno de dictar orden de captura con fines de extradición contra cinco de los mayores narcotraficantes del país y del mundo. El gol lo metió la mafia al lograr, por sorpresa y mediante un perfecto montaje matizado de legalidad, liberar a uno de sus jefes: Jorge Luis Ochoa. El 30 de diciembre pasado, tras 37 días de reclusión, Ochoa salió tranquilamente de la cárcel más segura del país. Hasta la puerta lo acompañaron un juez y el director encargado del penal.

Eran las ocho de la noche, y según las normas penitenciarias el horario para hacer efectivas las órdenes de excarcelación vence a las cinco de la tarde. Ocho prestigiosos juristas y magistrados y dos ex rectores del centro de educación superior más importante del país, lograron su libertad aplicando el recurso de habeas corpus. "No defendemos al narcotráfico, sino las leyes", se disculparon. Y aunque cada uno de ellos, al igual que el juez que decretó la libertad, han afirmado que no se movieron grandes sumas de dinero en el negocio, un importante periodista de televisión afirmó, basado en fuentes seguras, que Ochoa invirtió en su libertad más de 1.000 miuones de pesos (unos 500 millones de pesetas).El procurador general de la Nación, Carlos Mauro Hoyos, luego de una exhaustiva investigación sobre los hechos que llevaron a la libertad de Ochoa, pidió ayer en su informe la apertura de un proceso judicial contra dos jueces a quienes se acusa de prevaricar, Andrés Montañer y María Cristina Cadavid. También deberá rendir cuentas por este hecho, el director general de Prisiones, Fernando Ferro, y el director de la cárcel de La Picota, desde la que salió Ochoa, Álvaro Camacho.

"El país no sucumbirá ni ante la violencia ni ante el narcotráfico", afirmó enérgico el presidente Virgilio Barco. "No me temblará la mano para aplicar la ley", afirmó a su vez el ministro de Justicia, y firmó la orden de captura contra cinco de las cabezas del llamado cártel de Medellín, creado desde febrero de 1978. Los acusados son Pablo Escobar, Gonzalo Rodríguez Gacha, y los hermanos Jorge Luis, Juan David y Fabio Ochoa. El Gobierno piensa apelar al Convenio de Montevideo, vigente desde 1936, para enviarlos a Estados Unidos.

Ésta es la primera jugada de las autoridades colombianas en esta partida que piensan ganar. También se anunciaron ya leyes para expropiar los bienes de la mafia y para castigar el enriquecimiento ilícito.

La partida es dificil. El cártel de Medelfin agrupa a personas catalogadas entre las más poderosas y ricas del mundo. La revista norteamericana Forbes colocó a Jorge Luis Ochoa y a Pablo Escobar en la lista de los 20 grandes multimillonarios del planeta. Escobar, de 39 años, llamado El padrino, es considerado el jefe del cártel. Fabio Ochoa es la cabeza del clan Ochoa, del cual forman parte su padre y dos de sus hermanos. Según la misma publicación entre 1981 y 1986 el cártel de Medellín obtuvo ganancias por más de 7.000 millones de dólares.

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Ladrón de coches y asesino

Hace apenas un par de meses, las autoridades norteamericanas confiscaron en Miami propiedades de Ochoa y Escobar por valor de 200 millones de dólares. Una funcionaria judicial afirmó entonces que equivalía a quitar unos 20 dólares a una persona que tiene 10.000 en el bolsillo. Hace tan sólo 10 años, Escobar era un ladrón de coches y un asesino a sueldo.Al cártel de Medellín se le acusa de introducir el 80% de la droga que se consume en Estados Unidos. Sólo en 1986 comercializó en ese país 150 toneladas de cocaína. El cártel domina el transporte y la distribución de la mayoría de este estimulante, que consumen 20 millones de norteamericanos.

La mafia no sólo compra a la justicia, además cuenta con ejércitos de sicarios para imponer su ley. Nadie duda de que la amenaza que hizo hace apenas un mes de matar uno a uno a los líderes políticos del país en caso de que la extradición de Jorge Luis Ochoa fuera efectiva no era una amenaza ingenua.

Pablo Escobar, Fabio y Juan David Ochoa, se entregaron el pasado 29 de diciembre a un juez que los dejó en libertad tres horas después, afirmó el miércoles la emisora Radio Caracol, informa Reuter. Por otra parte, el mexicano Rafael Caro Quintero, detenido en México y considerado en EE UU como uno de los máximos narcotraficantes, fue acusado el miércoles por un tribunal de Los Ángeles de torturar y asesinar al agente antidroga estadounidense Enrique Camarena en México en 1985, según informa The New York Times.

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