Límites de la 'perestroika'
El 6 de octubre de 1987 se presentó en la capital soviética el Grupo Moscú de la Intemationale Gesellschaft für Menschenrechte (IGFM), con sede en Francfort, de la cual forma parte la Sociedad Española de los Derechos Humanos (SEDH). Este es el único grupo de seguimiento del cumpliminto de los Derechos Humanos "tolerado" en la Unión Soviética. Dos meses después, el 27 de noviembre, cortaron sin ningún tipo de explicación el teléfono de Valery Senderov, uno de los fundadores del grupo. Desde este teléfono muchos ciudadanos de diferentes ciudades de la URS informan al grupo sobre las violaciones de derechos humanos en el país, y desde este teléfono el grupo mantiene contacto con el Secretariado Internacional de la IGFM en Francfort, así como con otras organizaciones de Derechos Humanos de los 35 estados firmantes de la CSCE.Desde entonces el Grupo Moscú se encuentra aislado, y de mantenerse en esta situación no podrá desempeñar su trabajo. Esta es, sin duda, la violación de uno de los principios esenciales del Acta Final de Helsinki; el derecho de libre intercambio de información. ¿Es éste el cambio real que propone la política aperturista de Gorbachev?
El proceso que ha abierto nuevas esperanzas no puede albergar otras alternativas por la primitividad de la actual dirección soviética aún con la vitalidad introducida por Gorbachev. El éxito de esta política no se producirá sin el concurso de la población. Y no olvidemos que la inercia del sistema soviético puede actuar negativamente ante unos resultados dudosos en la política de Gorbachev. Y los derechos humanos son un eslabón importante.- presidente de SEDH, y Adalberto Marqués Villalonga, del departamento Unión Soviética.
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