La economía venezolana creció sólo un 1%, según la oposición, cuatro puntos menos que en 1986

Políticos y economistas de la oposición venezolana consideran que el crecimiento económico del país en 1987 apenas rebasó el 1%, frente al 5% oficial del año anterior. El nuevo año se presenta cargado de malos presagios para Venezuela. Por segundo año consecutivo, Caracas deberá dedicar el 50% de sus ingresos en divisas a pagar su deuda externa, siendo, paradójicamente, el país latinoamericano que más ha desembolsado sin recibir a cambio el dinero fresco que le prometieron cuando firmó el convenio de refinanciación.

El Banco Central de Venezuela ha manifestado que los pagos en concepto de la deuda externa pública y privada se elevaron en 1987 a 5.000 millones de dólares, y las importaciones supusieron otros 8.000 millones de dólares, los ingresos por exportaciones fueron de 10.439 millones de dólares. La balanza de pagos registró un déficit de 1.176 millones de dólares y las reservas internacionales operativas bajaron a 3.479 millones de dólares.El Gobierno ha pretendido vender el comportamiento de la economía durante 1987 de la manera más edulcorada. Así, por ejemplo, ha afirmado que el crecimiento económico fue del 3% (dos puntos menos que en 1986) y que la tasa de desempleo disminuyó al 8,5%, es decir, que apenas hay 500.000 parados de una población laboral de seis millones de trabajadores.

Estas cifras son consideradas por los economistas y políticos de la oposición como falsas. Para la oposición, la tasa del crecimiento económico fue del 1%, y la del desempleo, del 14%. Incluso la Confederación de Trabajadores de Venezuela (CTV), máxima organización sindical, ha dicho que tres millones de personas (casi el 50%) no tienen empleo fijo, es decir, el porcentaje de desocupados es superior al que presenta el Gobierno.

En realidad, es evidente el incremento diario de personas que se lanzan a la llamada economía de sombra. Las calles se encuentran invadidas de buhoneros, de vendedores ambulantes perseguidos por la policía, de ingenieros y otros profesionales metidos a taxistas y de amas de casa que venden su comida en las puertas de sus residencias, y cada vez es mayor la proliferación de marginales. Según la CTV, la mitad de la población activa se dedica a trabajos temporales sin cobertura social o legal alguna.

Empeoramiento en 1988

Todos coinciden en afirmar que la situación económica y social empeorará en 1988, con un mercado petrolero que continuará sumido en la misma incertidumbre que el año pasado 1988 es, además, un año electoral, lo que significa que las inversiones internas y la Administración pública prácticamente se paralizan con la expectativa de cuál de los dos partidos mayoritarios ganará las elecciones de diciembre.Los pronósticos de lo que ocurrirá no son un misterio: habrá déficit fiscal acumulado de más de 40.000 millones de bolívares (120.000 millones de pesetas). Para manejarlo, el Gobierno apelará a la emisión de dinero y a la manipulación cambiaría del mercado libre del dólar, lo cual, inevitablemente, devaluará más el bolívar. El crecimiento de la economía bajaría del 1 % por la disminución de la productividad, y la tasa de inflación puede dispararse por encima del 60% (en 1987 fue del 40%).