Auge del libro con ilustraciones tridimensionales y Móviles

El Museo del Juguete de Figueres ha abierto una exposición de papiroflexia dedicada a libros con ilustraciones tridimensionales móviles, edición que vive un renovado auge. La muestra recoge unos 150 títulos del fondo del propio museo y del material que tiene el galerista Rafael Tous, promotor de la sala Metrònom. Joan Mallerach, por su parte, ha realizado un vídeo en el que se sirve de los dibujos de estas piezas editoriales como escenografía de un cuento protagonizado por personajes reales.

Joan Rosa, responsable del museo, explicó a este diario que los primeros libros con ilustraciones animadas (imágenes giratorias bidimensionales que se sobreponen) datan de finales del siglo pasado. "Con todo, es a partir de los años treinta de este siglo cuando empiezan a prodigarse las creaciones tridimensionales. En la actualidad existe un renovado interés por este tipo de libros-objeto y muchas editoriales europeas lanzan títulos de estas características aunque la manufactura de los mismos, en muchos casos, sea colombiana".En España, la editorial más atenta a este producto es Montena (que ha reeditado obras del siglo pasado) y, más esporádicamente, Plaza y Janés.

Tous explicó a este diario que estos libros aparecieron reemplazando a los teatrillos infantiles. "Los primeros ejemplares, hacia 1890, eran imágenes giratorias". Se trata de un período de obvias preocupaciones por los efectos cinéticos y en el plazo de cinco años los zootropos serán sustituidos por el cine, una fórmula más perfeccionada de imagen en movimiento. Las ediciones en relieve se consolidan en los años treinta y su historia está marcada por una progresiva ampliación de los temas y la incorporación de sofisticados efectos técnicos. Actualmente se puede encontrar, por ejemplo, un libro tridimensional sobre la historia de los Beatles que, al abrir las páginas, permite escuchar uno de sus temas gracias a un diminuto chip. En Japón se acaba de editar un libro de temas navideños en el que se incorpora la luz a los efectos especiales".

Para lectores adultos

Tous comenta que este tipo de producciones ya no se destinan únicamente al público infantil. "En Londres se ha publicado una versión tridimensional del Kamasutra, historias de la fotografía, del cine, reportajes sobre la familia real o documentos sobre el cometa Halley".Aunque domina el aspecto lúdico de la manipulación, Tous no desecha la vertiente pedagógica de este tipo de productos editoriales y recuerda, como ejemplo más generalizado, los títulos dedicados a la anatomía y los misterios endocrinos del ser humano. En la actualidad, la aventura espacial es otro de los temas dominantes.

Para Tous, la curiosidad mecánica que despierta la manipulación de estos libros no impide que el usuario, en el caso del niño, organice su propia fantasía a partir de las imágenes en relieve del libro.

Al dar volumen a unicornios o cenicientas o movimiento a un encapuchado astronauta no se quiere incrementar ningún difícil realismo sino aumentar la cuota que tiene el propio libro, como objeto, en la fabricación de ensoñaciones.

Tous es propietario de una importante colección de libros manipulados por artistas. "El libro como soporte del trabajo plástico estuvo muy en boga entre los años sesenta y setenta. Ahora se ha reducido al arte postal, un art-mail que es, fundamentalmente, un medio que tienen los artistas de intercambiar sus propias experiencias en sociedades que, como los países europeos el Este, no han desarrollado o no ponen al alcance del ciudadano otros medios de comunicación más sofisticados".

Con todo, Tous cita a artistas como Fush o Anselm Kiefer que trabajan con el soporte libro. "Kiefer, por ejemplo, presentó en la última Documenta de Kassel sus obra sobre libros gigantes".

El vídeo que acompaña la exposición, realizado por Mallerach, tiene una duración de 28 minutos y narra -gracias a manipulaciones con croma-key- la peripecia de unos niños que penetran en los mundos espaciales de estos libros y viven las aventuras que contienen. Se trata de una producción subvencionmada por la Generalitat de Cataluña y la Diputación de Gerona.