Maravall admite que la autonomía universitaria permite la mediocridad

El ministro de Educación y Ciencia José María Maravall, señaló ayer que la autonomía universitaria no es una patente de excelencia y "permite la mediocridad" en su intervención ante la Comisión de Educación del Congreso, donde compareció, a petición de CDS, para explicar la marcha de la reforma universitaria.

Al analizar los cambios que la ley de Reforma Universitaria ha introducido en lossistemas dereclutamiento del profesorado, Maravalll recordó, en clara alusión al caso Lledó, que la autonomía universitaria convierte la elección de profesorado en una responsabilidad exclusiva de las comisiones académicas, si bien "esta autonomía no evita que se: produzcan decisiones indignas", que, no obstante, son susceptibles de reclamación al rector.El polémico caso suscitado en la universidad Complutense de Madrid tiene como protagonistas al catedrático de Filosofía Emilio Lledó y al vicerrector de esta universidad, Adolfo Arias, quienes competían por la catédra de Filosofia Contemporánea, que por una diferencia de tres votos fue adjudicada al segundo, lo que ha provocado malestar en diversos sectores académicos.

Previamente, el ministro había trazado un amplio panorama de la reforma tanto de una de planes de estudio y nuevas titulaciones.

La sesión estuvo centrada precisamente en la larga exposición del ministro -que se prolongó durante dos horas-, y tuvo como colofón las intervenciones de los diputados del CDS, Minoría Catalana, AP, PDP, IU y del Grupo Socialista. Los parlamentarios plantearon críticas generales a la propia LRU -en el caso de la diputada de AP Isabel Tocino-, a la situación de masificación que padecen las más importantes universidades españolas, a su repercusión en los niveles de calidad, y a la necesidad de que el Parlamento colabore más estrechamente con el Ministerio de Educación en la reforma emprendida.

Maravall hizo hincapié en que la masificación no tiene por qué ir en detrimento de la calidad. A este respecto, el ministro de Educación señaló que este problema está agudizado por una mala distribución de las plazas académicas. El ministro citó también la importancia de reconducir hacía títulaciones no saturadas y con gran demanda social las aspiraciones del alumnado. Para ello serán también de gran valor las nuevas titulaciones, algunas de ciclo corto, que se están elaborando. Actualmente, las universidades españolas ofrecen tan sólo 56 titulaciones, número muy inferior al que ofrecen las europeas.