Marruecos inició ayer las conversaciones para alcanzar un acuerdo de pesca con la CE

El ministro marroquí de Asuntos Exteriores, Abdelatif Filali, almororzó ayer en la capital belga con el presidente de la Comisión Europea, Jacques Delors, y éste encuentro debería dar paso al inicio de la negociación para renovar el acuerdo pesquero de la CE y Marruecos.Las versiones dadas por ambas partes de la comida de trabajo, en la que participaron también los comisarios europeos de Pesca, Antonio Cardoso e Cunha, y de Ayuda al Desarrollo, Claude Cheysson, juinto con el ministro marroquí de Pesca, Mohamed Sekat acompañado por el secretario de Estado para las relaciones con la CE, Ben Salem Smili, difieren en gran medida. Los comunitarios no se mostraron muy satisfechos estimando que sus interlocutores habían echado "balones fuera" míentras estos últimos opinaban que se habían producido avances, pero que el único punto concreto positivo era que, en lugar de regresar a Rabat, la delegación marroquí había decidido permanecer en Bruselas para poder empezar cuanto antes la negociación.

Ambas partes siguen discrepañodo sobre el nivel de capturas, que Marruecos desearía continuar reduciendo como hacía con España. La Comunidad sin embargo, pretende fijarlo en función de los recursos biológicos, sobre las cuotas y canones a pagar. Por último, los marroquíes querrían establecer un vínculo entre la pesca y las compensaciones agrícolas y crediticias que la CE les ha propuesto tras su ampliación a los dos Estados ibéricos.

Con su visita de ayer, Filali devuelve la que a principios de mes hizo Cardoso e Cunha a Rabat para comunicarle la oferta comunitaria que suscita ciertas críticas por parte de algunos Estados miembros como Italia, Grecia, Francia y Holanda que están interesados en poder pescar en aguas marroquíes pero cuya revindicación no ha sido tomada en cuenta por el comisario de Pesca.

En el orden del día del Consejo de Ministros de Pesca convocado para principios de la semana próxima ha sido justamente añadido ese tema y los dos Estados miembros -España y Portugal- cuyos pesqueros faenan en aguas marroquíes no se oponen, en principio, a la inclusión de nuevos países siempre y cuando no se haga en detrimento de las capturas efectuadas por sus flotas, algo prácticamente imposible de conseguir.

A principios de agosto, la CE prorrogó por cinco meses con Marruecos el acuerdo pesquero que España mantenía con el país magrebí porque el retraso adquirido por la negociación no permitía llegar a un arreglo definitivo. Las mismas circunstancias se reproducen ahora y a causa de la falta de tiempo, algunas fuentes comunitarias no dudan en vaticinar que lo más que podrán hacer Bruselas y Rabat antes del 31 de diciembre será apalabrar una nueva prórroga.