Científicos de una estación biológica denuncian desalojos arbitrarios de la Junta extremeña

Un equipo de científicos adscritos a la universidad de Alcalá de Henares ha sido desalojado en dos ocasiones de la estación biológica Las Cansinas, instalada en el parque natural de Montfragüe (Cáceres), donde realizaban trabajos de investigación contratados por la Junta de Extremadura. Este organismo fue precisamente el que propició su expulsión ante visitas de funcionarios a la finca y del propio presidente del Gobierno regional, Juan Carlos Rodríguez Ibarra.Este equipo de científicos, apoyados por la asociación ecologista ADENEX, a quien se debe la declaración de Montfragüe como parque natural, venía realizando trabajos de investigación sobre los hongos y recientementa había dado a conocer ante la opinión pública el descubrimiento de una especie de seta inédita hasta ahora en el planeta.

El primer desalojo tuvo lugar en el pasado mes de abril, viéndose obligados a abandonar la estación ante la llegada del presidente de la Junta de Extremadura, Juan Carlos Rodríguez Ibarra. "Este paraje debe servir para trabajos de investigación y estudio y no para actos puramente sociales como almuerzos, tertulias o visitas, ajeno todo ello a la misión propia de una estación biológica", han denunciado los científicos.

El segundo desalojo ocurrió durante el pasado mes de noviembre y en esta ocasión fue a instancias del director del parque bajo amenaza de "hacerlo por las buenas o con el requerimiento de la Guardia Civil".

Los investigadores acusan al consejero de Obras Públicas de la Junta de Extremadura, Eugenio Álvarez, de demostrar escaso interés por la biología. Eugenio Álvarez aparecía desde hace meses claramente enfrentado al director general de Medio Ambiente, Jesús Garzón, persona que contrató al grupo de científicos y que fue cesado hace varios días.

La Junta de Extremadura, a través del gabinete de información, ha negado las acusaciones indicando que en el contrato firmado por la universidad de Alcalá de Henares no se especificaba que el Gobierno regional estuviera obligado a dar residencia a los científicos, y que el director de éstos, el catedrático Gabriel Moreno, engañó a la trabajadora de la vivienda para conseguir alojarse en ella sin conocimiento de la consejería "lo que ha motivado la invitación a su desalojo". Duda la Junta de Extremadura de que Las Cansinas pueda ser reconocida como estación biológica toda vez que "carece de los aparatos imprescindibles para la labor investigadora" y acusa al catedrático de que el estudio sobre los hongos en Extremadura pertenece al Gobierno regional y aún no obra en su poder.