La Real Academia Española nombra al filólogo Rafael Lapesa como director interino

El filólogo Rafael Lapesa, de 79 años, fue elegido anoche director interino de la Real Academia Española, y él habrá de convocar la elección para un nuevo director por un período de tres años. Los académicos se inclinaron por las tesis de quienes juzgaron demasiado precipitada la convocatoria para la elección de nuevo director tras la dimisión del anterior, Pedro Laín Entralgo, anunciada hace una semana. Según fuentes de los académicos, el debate, de dos horas de duración, se centró en la conveniencia de que sólo median una semana entre la dimisión del anterior director, Pedro Laín, y la elección de uno nuevo. Rafael Lapesa, pese a que manifestó su deseo de no ocupar el cargo, fue propuesto por aclamación como director interino.

A la salida de la reunión plenaria, a las 20.40 horas, Rafael Lapesa, con gesto apesadumbrado, prefirió no hacer declaraciones. Su antecesor, Pedro Laín Entralgo, comentó sonriente que esa misma pesadumbre es la que él había sentido cuando sintió sobre sus hombros la responsabilidad de dirigir la Academia. Laín anunció que en adelante se consagrará a la Academia y a su propia obra. Un académico comentó que la elección de Rafael Lapesa por aclamación supone un "homenaje de todo corazón" de la Española a quien reúne las voluntades de todos.Las fuentes se contradicen sobre si ayer se propusieron o no nombres concretos. Según unos académicos, algunos miembros de la Academia pensaban en propuestas concretas. En sondeos previos, figuraron como candidatos Manuel Alvar, Fernando Lázaro Carreter y Ángel Martín Municio.

Velar por la continuidad

En declaraciones a este periódico previas a su elección como director, Rafael Lapesa subrayó la importancia de la continuidad en los trabajos de la Academia; esto es, los diccionarios común e histórico y la terminación de la gramática cuyo esbozo ya se publicó en 1972. Ayer, primer jueves de diciembre, era el día previsto en los estatutos para la elección de presidente, de modo que la elección debía haber sido, en principio, la definitiva. Según apreciación de un académico, los reglamentos son confusos.Lapesa es el tercer miembro más antiguo de la casa. En caso de situación de interinidad, el reglamento prevé que dirija la institución el académico más antiguo, y en caso de renuncia, el siguiente, hasta que alguien acepte. Más antiguos que Lapesa son Emilio García Gómez, de 82 años, y Dámaso Alonso, de 89 y director durante 14 años, antes de Laín.

"No hay campaña posible, entre 30 personas" (más o menos el número de académicos con derecho a voto), comentó uno de los académicos para describir los preparativos de la elección del director. Según dijo, sí se produjeron en los últimos tiempos algunos "cambios de impresiones", especialmente el domingo pasado, durante un homenaje de la Academia a Gregorio Marañón, tres días después del anuncio de Laín Entralgo. En esos "cambios de impresiones" se mencionaron los nombres de posibles sustitutos de Laín: Manuel Alvar, Fernando Lázaro Carreter, y Ángel Martin Municio; los dos segundos ya compitieron con Laín cuando éste fue reelegido en 1985 para el cargo.

En principio son electores todos los académicos, menos el censor, el secretario y el tesorero; también son elegibles todos los académicos, menos los mayores de 78 años y los que no sumen 6 asistencias a reuniones plenarias durante el ejercicio anterior: este último requisito dejó fuera a Camilo José Cela, Miguel Delibes, Martín de Riquer, y el citado García Gómez.

Los académicos pidieron hace una semana a Pedro Laín Entralgo que se mantuviera en el cargo, según dijeron ayer algunos de los presentes, e incluso firmaron una carta en la que le pedían continuase. Pero Laín se mantuvo firme en su decisión. Anunció que pretende dedicar su tiempo a terminar dos libros, y explicó que anunciaba su decisión con poco tiempo antes de la elección para evitar la interinidad.