Laboristas de Israel

Las declaraciones efectuadas recientemente a este periódico (EL PAÍS, 25 de noviembre de 1987) por el señor Abba Eban me han motivado ciertas reflexiones que desearía exponer brevemente. Los deseos de paz y negociación que iluminaron todas sus declaraciones sobre la necesidad de llegar a compromisos con palestinos y jordanos, así como el apoyo a la celebración de la conferencia internacional de paz dentro de la opción política laborista en Israel, no me parecerían más que enormemente loables si el conocimiento de la historia no me hiciese dudar de la sinceridad de los mismos.A mentido, para interpretar la realidad actual tenemos que mirar atrás. El pasado nos dice que todas las guerras contra los árabes se desarrollaron bajo Gobiernos laboristas, que la política de asentamientos de colonos judíos en los territorios ocupados se iniciaron bajo los auspicios de un Gobierno laborista, y que el único tratado de paz firmado con una parte árabe, discutible o no, ése no es el caso aquí, no fue un paso dado por un Gobierno laborista.

Mis dudas, pues, me llevan a sospechar si no será que la actual coyuntura política israelí permite al laborismo jugar el papel de tendencia moderada para consumo internacional, con la seguridad de que, según palabras del propio Eban, "el equilibrio de fuerzas antagónicas en Israel no permiten hoy un proceso de paz". Si no será que un real espíritu negociador va a estar ausente en todos los Gobiernos sisraelíes, cualquiera que sea su color- Gema Martín Muñoz.