Nicaragua califica la visita de Guerra como "el mejor gesto de solidaridad"

El vicepresidente sandinista, Sergio, Ramírez, afirmó ayer que Estados Unidos hace en España, respecto a la negociación sobre las bases, la misma política que en Nicaragua. En unas declaraciones a EL PAÍS, Sergio Ramírez manifestó que su Gobierno se siente solidario con España en la mencionada negociación, al mismo tiempo que consideró que la llegada ayer a Managua del vicepresidente del Gobierno español, Alfonso Guerra, era "el mejor gesto de solidaridad que España puedetener hacia Nicaragua.

En opinión de Sergio Ramírez, "existe una concepción a ultranza de la Administración de Ronald Reagan de imponer sus propias decisiones a nivel mundial; por lo tanto, esa negociación sobre las bases la ve EE UU con un actitud de no ceder ante posiciones que nosotros consideramos razonables por parte del Gobierno español". "En otro sertido y quizá con otra intensidad", añadió, "es lo mismo que aplica a las relaciones con Nicaragua, donde siempre busca la imposición y no el entendimiento".El vicepresidente nicaragüense señaló que su país "se siente solidario con los gobiernos que tratan de defender su soberanía". "Ya creo que, sin querer introducirme en los aspectos de la política interna de España, cuando un Gobierno dice no a las condiciones en las cuales unas bases deben ser establecidas, eso es lo que para nosotros pesa, y no la opinión del Gobierno que quiere establecer las bases".

Alfonso Guerra, el político de mayor nivel de los países de la Comunidad Europea que visita la Nicaragua sandinista, llegó a Managua a última hora de ayer (primeras horas de la madrugada, de hoy en España) en un avión de la Fuerza Aérea. Horas antes llegó un avión Hércules con parte de la última ayuda concedida por el Gobierno español a Nicaragua. Entre otro material educativo y sanitario llegan en ese vuelo cinco toneladas de medicamentos y 7.000 libros.

Guerra, quien fue recibido en el aeropuerto por Ramírez, su anfitrión en esta visita, mantendrá hoy la primera de las dos entrevistas concertadas con el presiente Daniel Ortega. Mañana se reunirá en la embajada de España con el cardenal Miguel Obando y Bravo, quien a sus cargos de arzobispo de Managua, presidente de la Comisión Nacional de Reconciliación y mediador en el diálogo entre el Gobierno y la contra, suma el de figura más sobresaliente del antisandinismo.

El vicepresidente del Gobierno español tendrá ocasión de conocer de primera mano en esa entrevista las propuestas de la contra para la concertación de un alto el fuego, que todavía no han sido hechas públicas en Managua.

El vicepresidente nicaragüense explicó que el viaje de Guerra, que continuará el lunes en Costa Rica, "no es una visita rutinaria, no tiene un programa de comidas protocolarias". "Queremos discutir con él a fondo los problemas de la construcción de la paz, la situación económica del país, cómo vemos nosotros la situación centroamericana". Esta visita constituye, según sus propias palabras, "un gesto solidario para nosotros".

Excelente momento

El viaje se da, según Sergio Ramírez, en un excelente momento para Nicaragua, cuando el país está "empeñado en un proceso de paz que el Gobierno español siempre ha respaldado". "Es un buen momento para que Guerra pueda enterarse del proceso de paz, de cómo vive el país contra la guerra y de cómo miramos nuestras relaciones con España como llave hispanoamericana de la CE".Pese a que el viaje encierra un contenido eminentemente político, se abordarán temas de cooperación económica. Guerra asistirá a la firma de constitución de una comisión conjunta hispano-nicaragüense, que se reunirá anualmente, y tratará la situación de la deuda pendiente del Gobierno de Managua con España, que asciende a unos 120 millones de dólares.

Esa cantidad es el total de los créditos concedidos en los ocho años de régimen sandinista (alrededor de 100 millones de dólares) más la deuda contraída por la dictadura somocista y asumida por los nuevos dirigentes. La política del Gobierno en este sentido, según fuentes del séquito de Alfonso Guerra, es la de no forzar el pago, pero tampoco hacer dejación de los intereses españoles.