_
_
_
_

La vanguardia cinematográfica no existe hoy como movimiento, según el investigador Mario Verdone

Tomàs Delclós

El director del Instituto de Ciencias del Espectáculo, Música y Comunicación de la universidad de Roma se halla en Barcelona para intervenir en los debates que sobre el cine futurista se celebran dentro del festival Cinemadart. Según Verdone, la vanguardia cinematográfica no existe en la actualidad como movimiento organizado porque las búsquedas son individuales, sin una convicción colectiva para imponer una determinada poética, como demostraban los manifiestos de las vanguardias históricas de los años veinte y treinta.

Verdone considera que el underground norteamericano de los años sesenta es el último movimiento de este tipo, con ciertos caracteres de propuesta colectiva. "En algunos casos, como con el neorrealismo, nos encontramos con que las obras anteceden a la teorización del movimiento que se produce a posteriori".Para Verdone, lo que define una vanguardia es la voluntad de romper con lo viejo, una reivindicación de lo nuevo y la búsqueda de lenguajes inéditos. "Esta actitud no debe confundirse con los meros adelantos tecnológicos. El cine de alta definición, por ejemplo, supone una búsqueda técnica pero no conceptual". Para Verdone, la investigación vanguardista en la actualidad se produce fuera de los circuitos comerciales y de producción habituales porque apenas existe la figura del mecenas.

Futurismo

En el contexto de las vanguardias históricas, Verdone destaca la importancia de los futuristas. En el caso del cine, "no se trata tanto de su propia producción cinematográfica, algunos de cuyos títulos fundamentales se han destruido y no conocemos, sino de que es un movimiento que teoriza expresamente sobre el cine y sus influencias son rastreables en trabajos que no militan expresamente dentro del futurismo".El manifiesto futurista sobre el cine data de 1917 y de esta matriz única saldrán trabajos tan dispares como los de René Clair, Viking Eggeling o Walter Ruttman. "El mensaje central del manifiesto proponía liberar al cine. ¿De qué?. De los mercaderes, de los simples prestigitadores... El hombre deja de ser el protagonista en favor de los objetos -y el cuerpo humano es un objeto en este sentido- y se tiende a la abstracción". Verdone recuerda un filme de 1912 dibujado a mano sobre la propia película, que anticipa esta ruptura con lo figurativo y naturalista.

Para el profesor romano, el problema de las etiquetas es secundario porque cada país tiene su vanguardia histórica (el surrealismo francés, el expresionismo alemán, el ultraísmo español o la FEKS soviética). "El futurismo fue el movimiento que sentó las bases de esta renovación". La atención futurista hacia nuevos lenguajes se descubre en su reivindicación de aspectos cotidianos como el grafismo o la publicidad, "que analizan como un elemento que influye en el entorno y reclaman el espectáculo de la calle, de los rótulos, de los carteles. El interés por el cine de los futuristas se descubre incluso en trabajos ajenos al medio como la novela de Marinetti Un vientre de mujer, basado en una correspondercia epistolar que se organiza como un verdadero montaje de secuencias o la confusión de tiempo y espacio en el trabajo teatral de Pino Masnata (Almas guionizadas) que posteriormente desicubriremos en, por ejemplo, la obra de Alain Resnais. En el manifiesto de la literatura futurista, de 1912, Marinetti propone hacer montajes de imágenes y habla de analogía, un concepto claramente visual".

En general, el movimiento futurista surge en el contexto de la nueva sociedad industrial y, en lugar de rechazarla, la reclama.

Anoche, Verdone celebró una conferencia en el Instituto Italiano de cultura sobre el cine italiano de los años ochenta. Según Verdone, esta cinematografía ha perdido grandes nombres y no tiene recambios a este nivel, pero sí aparecen nuevos autores que podrían agruparse en torno a los ejercicios cómicos, teñidos de melancolía, evitando la vulgaridad, y quienes trabajan en el drama intimista. Verdone resume este panorama afirmando que es un cine con trabajadores de la lágrima y trabajadores de la risa.

Babelia

Las novedades literarias analizadas por los mejores críticos en nuestro boletín semanal
Recíbelo

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_